Compartir:

Una polémica se ha desatado entre el Ministerio de Cultura y la administración distrital bajo el encargo del alcalde Sergio Londoño. La construcción y los permisos que obtuvo el complejo Aquarela Multifamiliar serían el punto de la discordia por el que se han tranzado en esta rencilla.

Los cimientos de esta relación se resquebrajaron cuando el mandatario distrital precisó, en su momento, que sobre esta cartera que coopera para velar por el patrimonio de Cartagena, recaía parte de la responsabilidad que no asumieron frente a la construcción del complejo que se levanta cerca del Castillo de San Felipe.

El Ministerio de Cultura salió al paso y respondió entonces a los cuestionamientos del mandatario indicando que esta situación obedecía a la falta de actualización del Plan de Ordenamiento Territorial y a la carencia de un Plan de Manejo y Protección del Centro Histórico de Cartagena, que es muy frágil.

Para los entendidos en la materia, ambas partes pueden tener razón y, ante esta situación, una respuesta salomónica será la visita que hará la Unesco el próximo 12 de diciembre y plantear así una solución firme y expedita luego de que le hicieran llegar a la sede del organismo multilateral en Francia un documento con 35 pruebas periodísticas, en las que se pretendía demostrar que habría una violación flagrante al patrimonio.

Vista de la Unesco

Para el alcalde Londoño está claro que existe un afán para querer retirarle el título de Patrimonio Histórico que la Unesco le brindó a Cartagena en 1984.

'No entiendo cuál es el afán de querer quitarle el título de Patrimonio a Cartagena', expresó el mandatario que tras la visita anunciada por parte del organismo multilateral, considera que hay un amarillismo y recobra fuerza día tras día la frase popular de que 'al caído caerle'.

Frente a estos cuestionamientos, el alcalde, sostuvo que en esta capital ocurre todo lo contrario, pues los cartageneros están al tanto de lo que pasa en la ciudad. 'Los cartageneros estamos conscientes y valoramos lo que son las murallas y las diferentes fortalezas que hacen parte del complejo monumental que vendrá a revisar la Unesco'.

Londoño manifestó que tanto las murallas como el castillo hacen parte de la esperanza para 180 mil cartageneros que viven del turismo en la ciudad. 'Ese hálito de que se le quiera retirar el patrimonio a la ciudad es falso, retrógrado y perverso. Los cartageneros sabemos y entendemos nuestra relación con el patrimonio y por eso lo cuidamos'.

'Aquarela debe ser demolido'. Flavio Romero de la Sociedad Colombiana de Arquitectos manifestó que el edificio Aquarela debe ser demolido. 'Debe ser demolido porque está atentando contra uno de los patrimonios, porque se identificaron vacíos, porque finalmente encontraron que no está cumpliendo con los aislamientos de frente y laterales respectivos. El aislamiento es de cinco metros y la información que me dan a mí es que por un costado tiene 4,20 m, y por otro, 4,60 m', expuso.

Romero afirmó que los constructores no pensaron integralmente, queriendo solucionar problemas de vivienda.