Cada rincón de Cartagena evoca un recuerdo o tiene tinte de historia. El espectáculo y gran parte de la vida cultural de La Heroica durante varias décadas tuvieron para sí un escenario netamente de madera que se llamó La Serrezuela y donde había espacio únicamente para 3.500 personas.
Por esta razón es que hoy los cartageneros levantan sus voces de protesta y rechazo en torno a un centro comercial que se construye en este mismo lugar , el cual, según señalan los responsables de la obra, mantendrá las características de aquella emblemática construcción que fue inaugurada el 18 de junio de 1930 y, que con el pasar de los años, se fue desplomando para quedar convertida en una grata reminiscencia que se niegan a olvidar los cartageneros.
Para un periodista taurino como Edgardo Payares Bosa, conocido como el ‘Pollo’, esta es la mejor manera para atentar contra la memoria de un pueblo y todo su quehacer cultural y patrimonial. Fue Fernando Vélez Daníes, recuerda el ‘Pollo’ Payares, quien encomendó la tarea a un ebanista del momento, de nombre Marcial Calvo, para que viajara a Venezuela y observara allí la plaza de toros de la Real Maestranza de Maracay (estado Aragua) con el fin de hacer algo parecido.
'El nombre de Serrezuela se desprende de la loma que allí estaba ubicada. Era uno de los grandes montículos en el centro histórico. El día de su apertura el cartel taurino puso los tendidos a reventar. Esa tarde torearon dos españoles como fue el Carnicerito de Málaga y Gaonita', precisa el periodista cartagenero como si estuviera entregando una lección de historia que no se olvida y que se repite una y mil veces con una gran pasión. La trayectoria de la plaza de La Serrezuela se desprende de ese memorable 18 de junio.
Los principales soportes o columnas de este coso taurino fueron traídos de Canadá. Se trata de un roble canadiense que con el envejecimiento se torna más duro. 'A estas alturas me pregunto dónde estará esa madera y qué hicieron con esas columnas que eran muy firmes', dice.
Payares señala que La Serrezuela fue prácticamente la primera plaza de toros en Colombia. Uno de los grandes inconvenientes de la misma era que no contaba con un callejón; problema que fue superado recortando el redondel. Año tras año esta plaza vio hacer el paseíllo a figuras del toreo como Joaquín Rodríguez ‘Cagancho’; Bienvenida; Los Dominguín; Domingo Ortega. El ‘Pollo’ Payares evoca que un torero como Ángel Teruel decía que los oles que se gritaban en La Serrezuela se sentían más que en el propio Madrid.