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José Carlos Osorio Beltrán, de 46 años, nunca pensó que el pasado jueves sería su último día trabajando, pues fue asesinado a manos de dos hombres quienes le dispararon para robarle su camioneta.

Según los familiares del occiso, este había salido de su casa en Alameda La Victoria desde muy temprano para ir a realizar unas instalaciones de redes de gas en el municipio de Turbaco, pues en Cartagena tenía la camioneta en pico y placa.

Jorge Martínez, yerno de José Carlos, señaló que todo iba bien, pues hasta las 4:00 de la tarde habían hablado con él y les comentó que estaba bien.

Sin embargo, dos horas después, una llamada de la Policía Metropolitana de Cartagena les dio una mala noticia: habían encontrado sin vida a un lado de la vía y con un disparo en la cabeza a su familiar en una trocha que de Turbaco conduce a Turbana.

Según las primeras pesquisas adelantadas por los uniformados, se cree que los dos sujetos se le subieron a la camioneta para robarle el vehículo, pero ante una presunta resistencia por parte de Osorio Beltrán, provocó que los presuntos asesinos le propinaron un disparo en la cabeza y lo dejaron al lado de la vía en dicha trocha.

Luego de dejarlo abandonado en el suelo, los delincuentes huyeron del lugar y, aunque la Policía los persiguió, no lograron capturarlos, porque cuando se vieron rodeados dejaron abandonada la camioneta Chevrolet Captiva.

Al parecer, la víctima iba solo en el vehículo cuando fue abordado por los delincuentes.

Osorio Beltrán se dedicaba a las instalaciones de redes de gas, deja tres hijos y era natural del municipio de Chalán, Sucre.