Un infortunio sucedido el pasado mes marcó de manera negativa a doce ‘estatuas humanas’ que se ganaban la vida como artistas callejeros en el Centro Histórico de Cartagena. Han pasado ya 29 días de un hecho que nuevamente volvió a dejar al descubierto la inseguridad en la ciudad con los turistas, cuando uno de estos jóvenes aprovechó el descuido de la visitante que dejó su cartera abierta al momento en que se fue a tomar una fotografía con ellos, y le metió la mano en el bolso para sacarle el dinero y los documentos.
Los doce artistas callejeros ven con preocupación cómo las restricciones e impedimentos para poder trabajar los ha perjudicado, a tal punto que varios de ellos, cuando han ido nuevamente al Centro han sido víctimas de una que otra agresión por parte de la autoridad, el rechazo social y el señalamiento.
Ellos han sentido en carne propia aquel adagio popular de que ‘pagan justos por pecadores’ o por el daño de dos pagan los diez restantes. Roberto Carlos Pérez Serna, uno de los jóvenes implicado en el hurto a la turista y quien se entregó a las autoridades por presión de sus padres con el fin de que resarciera el error cometido hoy enfatiza que en esa situación participó él y su amigo, y que nada tuvieron que ver los demás compañeros.
El llamado por parte de ellos es al unísono para que aquella ‘estatua humana’ que metió la mano en el bolso de la turista se entregue de una vez, porque aún tiene vigente una orden de captura. Aseguran que se encuentra en otra ciudad y le han pedido encarecidamente que venga a dar la cara por un problema que hoy los cohíbe de trabajar en un sitio de donde eran admirados por su oficio.