Dos comunidades afro aguardan reunirse hoy con el papa Francisco en la iglesia de San Pedro Claver, tras el homenaje que el santo padre hará al misionero y sacerdote jesuita español que ocupa un lugar importante en la historia de la Iglesia católica por su entrega para aliviar el sufrimiento de los esclavos de Cartagena de Indias.
El máximo jerarca de los católicos ha dispuesto para los afros un tiempo para un dialogo fraterno y luego se acercará a la tumba donde permanecen los restos del llamado Esclavo de los Negros para orar por una Colombia que tanto lo necesita.
Y aunque no se ha establecido un censo oficial de la comunidad afro en Cartagena y Bolívar se considera que los departamentos del Valle del Cauca, Antioquia y Bolívar son los que concentran el 50% de la población afro del país.
La comunidad de San Basilio de Palenque, en el municipio de Mahates del departamento de Bolívar, es uno de los mayores asentamientos. Este pueblo alcanzó su libertad en 1603, constituyéndose en el primer pueblo libre de América, allí se habla la otra lengua criolla afrocolombiana: el palenquero.
Esta comunidad ha logrado existir, en parte, por el relativo aislamiento en que ha vivido hasta hace poco.
La población afrocolombiana no ha sido ajena a un proceso acelerado de migración hacia centros urbanos como consecuencia del desplazamiento forzado ocasionado por el enfrentamiendo de los grupos ilegales; es así como en las ciudades de Cartagena, Barranquilla y Medellín reside el 29,2% de dicha población.
¿Quién era San Pedro Claver?
Cuenta la historia que los superiores destinaron a San Pedro Claver a Cartagena de Indias, donde fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1616, a la edad de 35 años, por el obispo dominico fray Pedro de la Vega. Ofició su primera misa en el altar de la Virgen del Milagro de la iglesia de la Compañía.
Con su clima caluroso, Cartagena de Indias era, por su posición en el mar Caribe, el principal mercado de esclavos del Nuevo Mundo. Mil esclavos llegaban allí al mes, y los mosquitos y las enfermedades devoraban a los sanos.
El precio de compra de un esclavo era dos escudos, y doscientos el de venta. Aunque muriera la mitad, el tráfico seguía siendo rentable.
Ni las repetidas censuras del Papa, ni las de los moralistas católicos podían prevalecer contra ese comercio movido por la avaricia. Los misioneros no podían suprimir la esclavitud, solo mitigarla.
Fiesta por los DDHH
Precisamente ayer, antes de la llegada del Papa, se realizó una fiesta en favor de los Derechos Humanos y en honor a San Pedro Claver.
La cita fue, desde las 7 a.m., en el sector de la Tenaza y recorrió el cordón amurallado hasta la Parroquia de quien fue conocido como el Esclavo de los Esclavos. Al culminar el recorrido se celebró una misa solemne en su honor.
Los cartageneros atendieron el llamado que hizo la comunidad jesuita en esta capital y participaron activamente en esta fiesta en honor a San Pedro Claver. De esta manera, se prepara el espíritu para recibir el mensaje que traerá el santo padre a esta región que tiene como tema principal la Dignidad Humana y los Derechos Humanos.