Un poco golpeado por la decisión, pero seguro de que al final va a salir bien, se mostró el alcalde mayor de Cartagena, Manuel Vicente Duque Vásquez. El mandatario explicó que se acogerá a las decisiones una vez sea notificado.
Duque sostuvo que estos periodos de interinidad afectan a la ciudad, pero está convencido de que la persona que venga en su remplazo, designada por el presidente Juan Manuel Santos, cumplirá fielmente el programa Primero La Gente.
La decisión sorprendió al mediodía a la ciudad política y a las fuerzas vivas de la ciudad luego de conocer que el Consejo Superior de la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura confirmara la suspensión por tres meses que le impuso la Procuraduría General al alcalde de Cartagena, Manolo Duque.
De esta manera, la Corte revocó el fallo de la tutela del pasado 12 de junio en la cual el Consejo Seccional de la Judicatura de Bolívar revocó la suspensión que le había dictado el Ministerio Público, luego de abrirle investigación disciplinaria por el colapso del edificio Portal II de Blas del Lezo.
El exconcejal, académico y líder político de Cartagena, David Munera, sostuvo que la inestabilidad política le hace mucho daño a la ciudad. 'Está claro que la ciudad no soporta estos juegos que dan muestra de que la ciudad queda muy mal parada'. Munera precisó que esto es muy grave para la ciudad y no es un buen augurio.
Se pronuncia Fenalco
Por su parte, Mónica Fadul, directora ejecutiva de Fenalco, precisó que ante todo se deben respetar las decisiones de los jueces superiores quienes han restablecido la sanción en contra del alcalde Duque. 'Nuevamente estamos frente a la situación más constante de los últimos años de esta ciudad y es que parece imposible que un gobernante pueda cumplir los periodos constitucionales en toda su extensión'.
Para Fenalco esto conduce al tema fondo que realmente preocupa y es cómo lograr que Cartagena, deje de estar sometida a recurrentes crisis de gobernabilidad, cómo hacer que deje de acusar flaqueza institucional. 'Este debería ser realmente el tema de interés superior de diálogo público. Los grandes desafíos de la ciudad lo imponen. La informalidad, la evasión, la indolencia, la connivencia con la trampa, algunas muy precarias cifras sociales, el desinterés de las mayorías por lo público, entre otras cosas, nos pone en un escenario de dificultad', concluye.