Compartir:

Una verdadera advertencia frente a la tragedia que se avecinaba, tuvo lugar el pasado 20 de abril, siete días antes del desplome del edificio Portal de Blas de Lezo II, un residente del vecindario radicó ante la Inspección de Policía de la zona una queja por los peligros que representaba la mole de concreto, de siete pisos, que se construía a gran velocidad, a pesar de las irregularidades urbanísticas que saltaban a la vista.

El documento fue presentado por el vecino de Blas de Lezo, Antonio Monsalve, quien en su escrito expuso, entre otros factores, la falta de medidas de seguridad a las que se veían expuestos los obreros, y las incomodidades que venía afrontando en su casa, ubicada en la manzana 43 con lote 15, en la cuarta etapa del vecindario, en el área de influencia de la construcción.

La queja, clave

En una carta dirigida al inspector de Policía de Blas de Lezo, Alfonso Ramos De León, que fue recibida el pasado 20 de abril, el vecino Antonio Monsalve hizo saber su preocupación en torno a la construcción.

Monsalve advirtió sobre 'las irregularidades que observaban en la construcción del edificio Portal de Blas de Lezo II', y que, según explicó en el escrito, también afectaban la visual y la seguridad de su casa y la de su familia.

'Dicha edificación no cumple con las normas de seguridad establecidas por la Ley 1801 de 2016, dado que quienes trabajan y visitan la obra no usan cascos e implementos de seguridad industrial, y no cuentan con el equipo necesario para prevenir y controlar incendios o atender emergencias, de acuerdo con esta ley. Además, me veo afectado diariamente con incomodidades (escombros y tierra que caen en mis tejas y en mi residencia, específicamente, en el patio, callejón y terraza)', expresó Monsalve en aquel entonces.

Agregó que 'tal edificación está afectando grotescamente la visibilidad de mi residencia hacia la carretera, puesto que sacaron mucho las paredes y se salieron de los límites estipulados por el decreto 0977/2001 (Plan de Ordenamiento Territorial) cuadro 1, que establece el uso residencial en zonas urbanas. Lo dicho anteriormente recae en comportamientos que afectan la actividad urbanística, consagradas en el título 14, capítulo 1 y capítulo 2 de la Ley 1801 de 2016 (Código Nacional de Policía y Convivencia Ciudadana)'.

Tras la muerte de 21 obreros y otros 23 que resultaron heridos, como consecuencia del colapso del edificio, que utilizaba una licencia de construcción falsa, fue precisamente la queja del residente Antonio Monsalve la que motivó la apertura de un proceso disciplinario en contra de cuatro funcionarios del Distrito a quienes el alcalde Manuel Duque les pide explicaciones sobre qué hicieron para atender la advertencia.