Un comienzo de fin de semana poco placentero y acompañado por una jornada de protesta tuvieron los nativos de la isla de Barú luego de que adelantaran una jornada de protesta exigiendo que sean tenidos en cuenta en los múltiples proyectos de desarrollo que se están contemplando para la zona insular.
Las 70 familias propietarias de restaurantes, carpas y demás agremiadas en la Asociación de Servidores Turísticos y Restauranteros de Playa Blanca, ATPB, se armaron de pancartas y arengas y estacionados en la orilla de la playa elevaron su voz de rechazo a los planes que, según ellos, vienen adelantando en la isla sin tener en cuenta a los nativos.
Gabriel Martínez, representante de la asociación, sostuvo que de las nueve reuniones que han sostenido diferentes grupos y agremiaciones para definir el futuro de la isla, ellos no han asistido ni han sido invitados. 'En lo último que piensan es en uno y lo que queremos es que nos tengan en cuenta y que sepan que los nativos queremos lo mejor para nuestra isla', sostuvo el representante.
De igual forma, Martínez, enfatizó que en ningún momento se están oponiendo a los proyectos de desarrollo que se tienen para la zona insular pero están exigiendo que los nativos hagan parte de ellos.
Aseguraron que el próximo miércoles, a las 9:00 de la mañana, se tiene prevista una rueda de prensa en la que darán a conocer mayores detalles de esta situación que les preocupa toda vez que están vislumbrando una afectación para los propietarios de restaurantes y todas los nativos que devengan sus sustentos del turismo.
Para ellos está claro que la isla de Barú es la principal fuente de empleo de la comunidad de Santa Ana. Según el último estudio socio económico, el 91 % de la población, tiene como medio para subsistir la prestación de servicios turísticos en esta zona.
A este problema que están afrontando actualmente los nativos se le suma la falta de seguridad en el corregimiento de Santa Ana; la invasión del espacio público; la venta de sustancias sicoactivas; la prostitución; alojamientos ilegales; la falta de señalización; ingresos de alimentos y el desplazamientos de los nativos.