La crisis de Venezuela al igual que la paz en Colombia no estaba en la agenda de la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que terminó ayer en Cartagena, pero también fue un tema abordado por los participantes en este encuentro donde el presidente venezolano, Nicolás Maduro, fue el gran ausente.
A pesar de que el mandatario venezolano había confirmado su participación en la Cumbre, canceló a última hora y fue reemplazado por la ministra de Relaciones Exteriores de este país, Delcy Rodríguez, quien llegó a las ayer a 10:30 a.m. para unirse a la sesión oficial de la Cumbre.
'El presidente Maduro se excusa porque mañana inicia en Venezuela un proceso de diálogo con los sectores opositores como un mecanismo para encauzar a través de una mesa de negociación política aquellas acciones que pretenden por la vía no constitucional y antidemocrática el derrocamiento del Gobierno', dijo la canciller venezolana.
El secretario General electo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, dijo que 'hubo un debate muy interesante en el almuerzo sobre Venezuela, y creo que hubo un consenso muy claro: no hay solución para los problemas de Venezuela, como no la hay para los de otros países, sin un dialogo constructivo entre las partes con apoyo de la comunidad internacional, para intentar solucionarlos'.
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, hizo referencia en su intervención a la preocupación por la situación venezolana en cuanto a la economía y derechos humanos, pero aclaró que no había intención de interferir.
'Es muy difícil tener una reunión como esta sin hablar de esos temas, porque si no, nos van a decir que hablamos de educación y otras cosas muy bonitas, pero que no nos estamos ocupando de los temas candentes', agregó el mandatario peruano
Por su parte el vicepresidente de Nicaragua, Ómar Halleslevens, dijo que su 'Gobierno y nuestro presidente, el comandante Daniel (Ortega), respalda igualmente la mesa de diálogo convocada en Venezuela por el presidente Nicolás Maduro, en la que participa una representación de su Santidad, el papa Francisco, procurando privilegiar la convivencia y la paz que merecen las familias de esa nación hermana'.
En su declaración final al cierre del XI Encuentro Empresarial Iberoamericano, los empresarios también manifestaron su preocupación por la situación de Venezuela y aseguraron que en este país están en riesgo la iniciativa empresarial, la propiedad privada y el derecho al trabajo
Además solicitaron a la Organización Internacional del Trabajo, OIT, que apoye en la reanudación del diálogo tripartita con el Gobierno y el sector privado.