El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, dos años después de una accidentada reunión con madres de las niñas que sufren desmayos y dolencias, regresó a El Carmen de Bolívar y, esta vez, se paseó por sus calles soleadas, en medio de un ambiente menos tenso al de aquella oportunidad donde, incluso, se registraron desórdenes públicos.
Gaviria inspeccionó los hospitales públicos y privados donde se han atendido y se atienden aún a unas 1.200 niñas que presentaron y presentan síntomas extraños que sus padres atribuyen a efectos de la vacuna contra el virus del Papiloma Humano, conocida como VPH.
Hizo seguimiento, con el gobernador Dumek Turbay, de los compromisos adquiridos y otros nuevos que surgieron luego de una reunión de más de tres horas en un coliseo de una institución educativa del municipio.
El Ministerio se comprometió a que tres universidades, escogidas entre los padres y el Gobierno, la Nacional, la de Antioquia y la de Cartagena, sometan a revisión los resultados de los estudios del Instituto Nacional de Salud, INS, sobre las causas de los problemas de salud que presentan las niñas y que descartan que se trate de una reacción a la vacuna. Los resultados de estas universidades serán, además, analizados por una institución científica independiente.
También se comprometió a que intervendrá ante las EPS y la Superintendencia de Salud para que se garantice el envío a El Carmen de un grupo interdisciplinario de especialistas médicos para atienda a las jóvenes y elabore un diagnóstico de su estado y sus dolencias.
También el Ministerio y la Gobernación dotarán a los puestos de salud de las veredas de las montañas, específicamente las de Caracolí y Macayepo. En las próximas semanas llegará una unidad móvil médica, camioneta cuatro por cuatro, para atender a las adolescentes, especialmente las que habitan las zonas más alejadas.
En el hospital local Nuestra Señora de El Carmen se dotó un pabellón especial, pero no exclusivo, para la atención de las niñas, con nueve camas disponibles, que fue otro de los pedidos de los padres.
Otro punto que se contempló en la reunión, fue el de comprometer al Instituto Colombiano del Bienestar Familiar, ICBF, para que haga acompañamiento a los casos de las niñas afectadas. El gobernador Turbay confesó que varias veces se le ha citado para que asista a las reuniones con las madres, pero no hay respuesta ni presencia de este ente.
'Dijeron que era carreta que el Ministro iba a venir a El Carmen, que no quería venir y aquí estoy', le dijo Gaviria a las madres.
Fue enfático en que no había llegado a asegurar que la vacuna tenía la culpa de los males que sufren sus hijas para ganar aplausos. Reconoció que la solución del problema es compleja y 'nada fácil'.
También admitió que su Ministerio, en principio, tuvo una actitud defensiva y no fue nada empático con las familias y niñas afectadas. Y descartó hipótesis como la que fuera el rompimiento de la cadena del frío una de las causas de los síntomas que padecen las menores.
Advirtió que pudo haber pasado que a algunas adolescentes les hubiera provocado cierta reacción y que las otras al ver aquello se asustaron y esto provocó un miedo compartido.
El Ministro se comprometió en volver. Y dijo que 'seguiré acompañando a la comunidad'. Sostuvo que la presencia institucional no se irá una vez él deje el municipio y que un equipo de su cartera seguirá trabajando para saber qué requiere la gente.
Algunas madres salieron convencidas de que se avanzó, pero hubo otros padres que creen que todo quedará en palabras. 'Yo hasta no ver, no creer', dijo una madre, en las afueras de la institución en que se dio la reunión.
Hubo un momento de tensión cuando se desarrollaba el encuentro, cuando unas cuatro niñas, que se habían formado para decirle unas palabras al Ministro, se desmayaron y hubo que llamar a la calma para retomar el hilo de la asamblea.
A las cinco de la tarde, Gaviria y sus acompañantes dejaron El Carmen y los padres esperan que vuelvan en unos tres meses para hacerle seguimiento al cumplimiento de los compromisos adquiridos.