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Solo daños materiales ocasionaron las fuertes brisas y lluvias que se registraron el pasado fin de semana y que afectaron cinco sectores residenciales del vecino municipio de Turbaco, norte de Cartagena.

El vendaval dejó sin techo al Instituto Docente de Turbaco, pero en total se vieron afectados cuatro salones de clases y el salón de eventos.

Los daños materiales ascienden a unos cinco millones de pesos, dijeron directivos del plantel, que ayer suspendieron las clases.

Ante la emergencia, el alcalde de Turbaco, Antonio Víctor Alcalá, señaló que un problema con los contratistas impidió que los trabajos que se adelantaban en el Docente estuvieran al día; sin embargo, señaló que estas irregularidades ya están denunciadas ante los entes de control.

Los fuertes vientos comenzaron a sentirse a las dos de la tarde y se extendieron por más de media hora. También se vieron afectados los barrios Bellavista, Ospina Pérez, Arroyo Lejos, La Cruz y Los Ciruelos. En estos sectores cerca de 10 viviendas se vieron afectadas con la voladura de parte de sus techos.

El comandante del Cuerpo de Bomberos, teniente Ferney Barrios, explicó que dos carros que estaban estacionados resultaron con daños tras la caída de una bonga, en la vía que comunica al municipio de Turbana, en el sector de Los Manguitos.

Reabren paso

Durante dos semanas estuvieron prácticamente incomunicados los indígenas que habitan el asentamiento La Caja, en el municipio de Pueblo Bello, Cesar, en la Sierra Nevada, tras los deslizamientos que provocaron las fuertes lluvias y una creciente súbita del río Los Clavos, reportó el coordinador de la oficina de Gestión del Riesgo, Juan Felipe Bermúdez.

Precisó que en esta zona residen 30 familias que tuvieron dificultad para movilizarse desde esta zona hasta Pueblo Bello y sus casas resultaron averiadas.

El secretario de Gobierno de Pueblo Bello, José Víctor Mestre, declaró que la avalancha provocó derrumbes, que afectó las unidades productivas agrícolas de los indígenas, de las cuales derivaban su sustento, mientras que tampoco pudieron sacar sus cosechas.

Las autoridades localeshicieron un llamado a la gobernación del Cesar y al gobierno nacional para que hagan presencia en la zona y envíen ayudas a estas familias afectadas.

En la vereda Santa Tirsa, en la vía que conduce al corregimento Mariangola, otro deslizamiento taponó el camino, lo que hace imposible el transporte de las cosechas y la movilidad de un lado a otro.

Bermúdez señaló que además se registró un derrumbe en el corregimiento San José de Oriente, en estribaciones de la serranía del Perijá, zona cafetera en el municipio de La Paz.

La alerta amarilla sobre el río Guatapurí se mantiene, tras las lluvias que han caído en la zona, con monitoreo permanente sobre el incremento del caudal y manejo de información climatológica para poder prevenir eventualidades.

Solo cinco planes

Solo cinco de los 30 municipios de Córdoba han conformado sus planes de contingencia para enfrentar fenómenos naturales que podrían estar relacionados con vendavales.

La advertencia la hizo el coordinador de la oficina de Atención y Prevención del Riesgo de la Gobernación, Fabián Lora, tras precisar que las localidades que han cumplido con la directriz nacional son: los Córdobas, Lorica, Tuchín, Chimá y Purísima, los últimos 4 ubicados en la subregión del medio Sinú.

Lora asumió un nuevo plazo de una semana a los mandatarios para que realicen lo propio y se eviten sanciones disciplinarias.

A lo largo del río Sinú han detectado 138 puntos críticos con riesgo de desbordamiento e inundaciones. De esos 25 son muy sensibles y están localizados en los municipios de Montería, Cereté, Lorica, San Bernardo, Tierralta y Valencia.

El invierno en Córdoba ya deja cerca de 600 familias afectadas. El caso más reciente es el vendaval que causó daños a 350 casas en Tierralta.