Cartagena. A las diez de la noche del viernes se desataron unos vientos poderosos e inesperados que causaron revuelo. Sobre todo porque había prevalecido durante el día y la tarde una oleada de calor.
Fue como un remolino frío, que precedió a una lluvia efímera y que, por gran parte de la zona urbana de Cartagena, causó algunos daños menores, como árboles caídos y algunas ventanas de edificios de Bocagrande partidas.
Las ráfagas en el Centro Histórico levantaron polvaredas y en algunos barrios del norte levantaron tejas.
Hasta en la isla de Tierrabomba, a cinco minutos en lancha desde esta capital, se sintió el poderío del fenómeno, que no solo dejó sin techo a algunas viviendas, sino que sorprendió a la danza de cortejo bajo la luna de los cangrejos, que fueron sorprendidos por fuera de sus cuevas subteráneas, en busca de sus parejas.
Los vientos huracanados suspendieron por los aires a los cangrejos, que fueron a dar, algunos, a los tejados de las casas averiadas.
Entre tanto, en barrios como Torices, Las Gaviotas y Villa Rosita las brisas incontrolables echaron al piso grandes árboles y vallas de políticos y anunciantes de negocios.
Algunas personas entraron en pánico por la violencia de los vientos. María Cristina Pérez, residente en un edificio de Bocagrande, contó que no pudo ir a una fiesta de una amiga porque el vendaval la llenó de miedos. 'En mi apartamento se partió una ventana', dijo.
El Cuerpo de Bomberos dijo que no se reportaron heridos, pero que sí algunos daños menores, en especial provocados por árboles caídos.
Hacía por lo menos un año que no se presentaba un fenómeno como este en el área urbana.
En el caserío de Punta Arenas, de la isla de Tierrabomba, los vientos provocaron la caída de varios tramos de redes, que dejaron sin energía numerosos vecindarios.
En los municipios vecinos de Turbaco y Villanueva, norte del Bolívar, también varias residencias resultaron con daños en sus techos.
El fenómeno duró cerca de veinte minutos. Una vez pasaron las brisas, el tiempo mejoró. Y refrescó la noche.
El Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas, CIOH, informó que el viernes hubo la circulación de vientos ciclónicos 'sobre niveles superiores'.
Los vientos oscilaron entre los 15 y 20 nudos, con ráfagas de 25 nudos. El CIOH recomendó para este sábado, por lo que llama 'marea gruesa', 'extremar las medidas de seguridad necesaria para el tránsito de embarcaciones menores'.
Están pronosticadas algunas precipitaciones para los próximos días.