A las nueve de la mañana un gigante equivalente a un edificio horizontal de veinticinco pisos atravesó a velocidad el canal colonial de la bahía de Cartagena, por la isla de Bocachica, donde los españoles hundían hace cientos de años, desde el fuerte de piedra, a los galeones de los corsarios ingleses.
Traía el enorme barco chino, bautizado como Zhen Hua 8, a las cinco grúas pórtico color azul, de última generación, para el puerto de Cartagena, con un peso de 1.460 toneladas.
Esta mole atravesó los mares desde Shangái hasta este puerto colonial, en dos meses y navegó por el océano del sur de China, el estrecho de Malaca; cruzó por el Océano Índico, navegó por Sudáfrica y Madagascar; después el Atlántico hasta llegar a las apacibles aguas de la bahía de Cartagena.
Con estas grúas, que serán tres para los muelles de Contecar y dos para los de la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena, este puerto estará entre los treinta más importantes del mundo. Y pasará a mover de cuatro a cinco millones de contenedores anuales. La inversión es de cuarenta y cinco y medio (45,5) millones de dólares y, de acuerdo con el capitán (r) Alfonso Salaso, gerente de la Sociedad Portuaria, con las nuevas se completa una flota de diecisiete grúas pórtico y cincuenta y cinco de patio.
El director Administrativo de la Sociedad Portuaria, Luis Jiménez, dijo que con la entrada en operación de las grúas se generarán cien empleos directos y trescientos indirectos; y se consolidará la ciudad en uno de los centros de conexiones marítimas más importantes del Caribe y del mundo.
Esta adquisición hace parte del Plan Maestro de Desarrollo de las terminales marítimas de la Sociedad Portuaria y Contecar.