La firma que construye el ambicioso proyecto de convertir en un centro comercial y restaurante a la antigua plaza de La Serrezuela o circo teatro, donde se hacían corridas de toros y se inició el hoy extinto Festival de Caribe, respondió al Concejo, que pidió investigar a los funcionarios que dieron permiso para la obra.
La firma La Serrezuela negó el temor que asalta al Concejo sobre la supuesta afectación que implicará a las murallas coloniales la construcción de un estacionamiento subterráneo para el centro comercial.
El Concejo aprobó una proposición para que el Personero y otras autoridades investiguen el proceso de cómo se dio vía libre a esta obra que está dentro de la ciudad colonial y a apenas unos pasos de un tramo de murallas, en el barrio de San Diego.
Los concejales quieren que se investigue la conducta de los funcionarios del orden nacional y distrital que dieron viabilidad a la obra.
Los constructores dijeron que respetarán las estructuras de la vieja plaza de La Serrezuela, que será reconstruida en madera importada de Francia.
A través de un comunicado aseguran que no habrá daño para el monumento histórico de esta área y que cuentan con los permisos y vigilancia de Ministerio de Cultura, del Instituto de Patrimonio y Cultura del Distrito, así como de la Curaduría y de Planeación y otras dependencias.
Según los constructores, en la plaza funcionaran cafeterías, restaurantes y habrá espectáculos teatrales, pero no taurinos.
Los concejales exteriorizaron su preocupación por este proyecto urbanístico debido a que se va a construir un gran parqueadero subterráneo, obra que estará muy cerca al lienzo de murallas.
Tanto los constructores como los funcionarios del Distrito aseguraron que las obras y medidas de ingeniería para no afectar el patrimonio monumental están calculadas.