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El bebé de ocho meses de gestación que le fue extraído de forma violenta a Kellys Zapaterio Guzmán, la joven de 28 años que fue descuartizada e incinerada en predios de la estación de Manzanillo del Mar, podrá estar pronto con su familia materna.

Tras el asesinato de Kellys, cuyo crimen fue perpetrado entre la noche del viernes 11 de julio y la madrugada del día siguiente, la criatura ha permanecido bajo la custodia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF.

El director del ICBF en Bolívar, Jorge Redondo, dijo ayer que los trámites en el proceso de patria potestad del bebé están bastante adelantados y que, probablemente, en los próximos días estaría con su familia.

'El hijo de Kellys tiene sus derechos garantizados. Está todavía en el ICBF, cumpliendo el proceso legal para que pueda ser reintegrado a su familia materna, que es la que ha reclamado el derecho. Cuando el equipo sicosocial lo considere, que debe ser menor de esta semana a la otra, podría darse el reencuentro', dijo Redondo..

El funcionario resaltó que todo niño goza del derecho a tener una familia y que, en el caso del hijo de Kellys Zapateiro, el ICBF ha procurado que lo consagrado en la Constitución se cumpla.

Desde que se presentó el asesinato de Zapateiro, se han dado varios encuentros entre el bebé y la abuela materna de este, Iris del Carmen Guzmán, quien ha realizado todo los trámites legales para obtener la custodia del bebé.

El crimen atroz que conmocionó a los cartageneros. Como principales sospechosos del asesinato de Kellys Zapateiro Guzmán permanecen privados de la libertad el expolicía Andrés Antonio Díaz Zabaleta y Josefa Cardona Ortega, quien, según la Fiscalía, sostenía o sostuvo una relación sentimental con este.

Según fue establecido por la Fiscalía, la noche del 11 de julio, Kellys Zapateiro Guzmán fue conducida por Josefa Cardona Ortega a la estación de Policía del corregimiento de Manzanillo del Mar, donde estaba como comandante encargado el patrullero Andrés Díaz Zabaleta.

De acuerdo con la Fiscalía, a Kellys Zapateiro le fue extraído su bebé con una cuchilla y posteriormente fue descuartizada e incinerada. La identificación del cadáver solo fue posible gracias a un procedimiento de pulpejos en Medicina Legal de Barranquilla, donde fue llevada parte un brazo de Kellys, que fue hallada por un perro.

En la escena del asesinato fueron encontrados guantes quirúrgicos, una cuchilla de hoja, una colchoneta incinerada, una vainilla de revólver, entre otros elementos.

Las investigaciones permitieron establecer que, presuntamente, Josefa Cardona y Díaz actuaron como cómplices en el crimen.

Cardona fue detenida luego de que fingiera un embarazo, y que ingresara a una clínica de maternidad, con el hijo de Kellys en su poder.

Por su parte, Andrés Díaz fue deportado de Venezuela hacia Colombia, tras huir al vecino país.

Josefa Cardona fue asegurada en la cárcel de San Diego, en Cartagena, mientras que Andrés Díaz Zabaleta fue enviado a la Cárcel para funcionarios públicos de Sabanalarga, Atlántico.

Una comisión especializada de la Fiscalía, proveniente de Bogotá, ha inspeccionado varias veces la estación de Manzanillo del Mar con el fin de encontrar otros restos de Kellys Zapateiro, debido a que hacen falta partes fundamentales como el cráneo de esta.

Sin embargo, la búsqueda no ha dado resultado. Las autoridades presumen que el cráneo pudo ser arrojado hacia un cuerpo de agua situado cerca de la estación de Manzanillo.

En la última visita, luego de excavaciones en predios de la estación de Manzanillo, la Fiscalía determinó que la noche en que se produjo el asesinato de Kellys su cuerpo fue arrastrado.

Con base en ese hallazgo, las autoridades contemplan la posibilidad que el crimen pudo haber sido presenciado por otras personas distintas, a las que hoy permanecen capturadas.