Barranquilla vive un momento histórico. La ciudad, que por décadas le dio la espalda al río Magdalena, hoy lo abraza desde las alturas con la entrada en operación de la Luna del Río, una imponente noria que se levanta en el sector Recreodeportivo del Gran Malecón y que ya se perfila como el nuevo símbolo turístico y urbano de la capital del Atlántico.
Con 63 metros de altura, 44 cabinas y una vista privilegiada de 360 grados, esta gran rueda tipo Chicago permite contemplar el esplendor del río Magdalena, el horizonte urbano, el Vía Parque Isla Salamanca y gran parte de la ciudad, en una experiencia que combina emoción, asombro y orgullo colectivo.
Para muchos barranquilleros, la llegada de la Luna del Río representa la materialización de un anhelo largamente esperado. Así lo expresa Elian Hernández, habitante del barrio San Felipe, quien fue uno de los primeros ciudadanos en disfrutar la atracción.
“Hace mucho tiempo yo escuchaba las noticias del alcalde Álex Char diciendo que esa luna iba porque iba. Desde ese momento, los barranquilleros estábamos angustiados esperando que llegara el día. Hoy, gracias a Dios y gracias a él, ya tenemos la luna aquí en Barranquilla”, afirma con emoción.
Subirse a la Luna del Río, relata Elian, es una experiencia intensa y difícil de describir: “Al principio se siente una presión total, da miedo, pero es una aventura muy linda. Es algo extraordinario, literal, sientes que estás en la luna. Desde arriba pude ver toda Barranquilla; creo que hasta vi mi casa. Es súper cool, muy top. Se siente como estar en Dubái”.
Elian asistió en compañía de tres de sus amigos para comprobar con sus propios ojos el paisaje que se puede observar desde lo más alto de la noria. Todos coincidieron en decir que repetirían la experiencia varias veces para seguir contemplando la belleza que muestra el río desde lo alto y el contraste con la parte urbanística de la ciudad.
Una percepción que se repite entre quienes ya han vivido el recorrido es que la Luna del Río es que pone en la cumbre a Barranquilla como una ciudad donde se puede hacer turismo, lo que despierta el orgullo de muchos.
Otra de las primeras en subirse en la Luna del Río fue Audrei Rebolledo. Ella destacó la magnitud del regalo que recibe la ciudad con la entrada en funcionamiento de este nuevo atractivo: “Me pareció espectacular, excelente, una vista impresionante. Claro que me volvería a subir una, dos y hasta tres veces. Barranquilla está a otro nivel”, asegura.
Audrei vivió la experiencia en compañía de sus dos hijas, quienes también resaltaron lo que significará para Barranquilla este nuevo atractivo turístico. Coincidieron en que las familias tendrán otro lugar de encuentro para disfrutar en estas vacaciones.
Durante la entrada en funcionamiento de la Luna del Río, el alcalde Alejandro Char destacó que este proyecto representa mucho más que una atracción turística: “Qué lindo tener esta Luna del Río en Barranquilla. Esto será un motor de nuestra economía porque hoy el mundo está visitando las ciudades por el entretenimiento, por el deporte, y esto hace posible que llegue mucha gente a nuestra ciudad y potencie la gastronomía, el comercio minorista, por supuesto el turismo que llegará a conocer nuestra playa, nuestro ecoparque, nuestro malecón, entonces estamos felices que esto vaya a traer mucha prosperidad”.

Una experiencia pensada para todos
La Luna del Río cuenta con cabinas cerradas, diseñadas para ofrecer comodidad y seguridad a los usuarios. Cada compartimiento tiene capacidad para seis adultos u ocho niños, lo que permite que familias completas puedan disfrutar juntas del recorrido, cuya duración oscila entre los 15 y 20 minutos.
Durante ese tiempo, los visitantes pueden observar desde una perspectiva privilegiada el río Magdalena —arteria histórica y cultural de la región—, así como los principales desarrollos urbanísticos que hoy posicionan al Gran Malecón como el lugar más visitado de Colombia.
La noria puede movilizar hasta 930 personas por hora, consolidándose como un atractivo de alta capacidad que responde a la creciente demanda turística de la ciudad.
La construcción de esta megaestructura requirió una inversión de $55.000 millones y estuvo a cargo de Fabbri Park, compañía italiana reconocida globalmente como líder en atracciones mecánicas. La empresa es garantía de altos estándares en seguridad, calidad, diseño e innovación, atributos que distinguen a las grandes norias instaladas en las capitales más importantes del mundo.
La estructura pesa 240 toneladas y está fabricada en acero de alta resistencia y durabilidad, capaz de soportar exigentes condiciones técnicas y climáticas. Cada componente fue diseñado para ofrecer estabilidad, confort y una experiencia segura para los usuarios.
Impacto turístico, económico y social
Esta iniciativa, liderada por el alcalde Alejandro Char, representa un impulso directo al turismo y a la economía local. La Luna del Río se proyecta como un punto de interés obligado para visitantes nacionales e internacionales, generando oportunidades de empleo directo e indirecto, ingresos por entradas y dinamización del comercio en su entorno inmediato.
En ese sentido, el alcalde Alejandro Char explicó que la Luna del Río se integra al Gran Malecón como una experiencia única en Colombia, fortaleciendo al turismo como eje estratégico del desarrollo económico de Barranquilla. Los cálculos indican que el atractivo podrá traer entre 150.000 y 200.000 personas a la ciudad por año.
Este sector impulsa el empleo, el emprendimiento local y activa cadenas de valor que abarcan transporte, gastronomía, hotelería, comercio e industrias creativas. Actualmente, los sectores de industrias creativas, entretenimiento, actividades artísticas, sector hotelero y de alojamiento, recreación y otras actividades de servicios de alojamiento y gastronomía generan cerca de 200.000 empleos en Barranquilla y su área metropolitana.
Sectores gastronómicos y de servicios ubicados en zonas como La Madriguera y A Bocas del Río se ven directamente beneficiados por el aumento del flujo de visitantes, fortaleciendo el ecosistema económico del Gran Malecón.
Pero más allá de las cifras, la noria invita a los ciudadanos a reencontrarse con su ciudad desde una nueva perspectiva: verla desde el río. Esta experiencia permite redescubrir la geografía, el patrimonio urbano y la identidad cultural de Barranquilla, al tiempo que se consolida como un punto de encuentro para familias, amigos y turistas.
Con la puesta en marcha de la Luna del Río, Barranquilla se suma al grupo de ciudades que cuentan con grandes norias como hitos urbanos y turísticos, a la par de São Paulo con la Roda Rico, Londres con el London Eye, Las Vegas con el High Roller y Dubái con Ain Dubai, la más alta del mundo.
Esta nueva experiencia ratifica la vocación turística de la capital del Atlántico y su apuesta por convertirse en una ciudad emprendedora, productiva y competitiva a nivel nacional e internacional.

¿Cómo funcionará?
● Horarios de operación:
• La Luna del Río operará de martes a domingo: 10:00 a.m. a 10:00 p.m.
• Si el lunes es festivo, la noria estará cerrada el martes siguiente.
● Boletería e ingreso
• Las boletas estarán disponibles a través de los distintos canales de tuboleta.com, taquilla en sitio, página web, call center y taquillas tercerizadas en la ciudad y a nivel nacional. https://tuboleta.com/es/eventos/noria-luna-del-rio
• El enlace de venta en línea estará habilitado a partir del domingo 14 de diciembre a las 7:00 a. m.
• El tiquete es válido solo el día de la compra y para un solo recorrido.
• Máximo 6 tiquetes por persona.
• Tiquete no reembolsable una vez adquirido.
• Ingreso de niños mayores de 5 años acompañados de un adulto responsable. Todo niño debe pagar.
• Tarifas de ingreso: $15.000 por persona los días 13 y 14 de diciembre.
• A partir del 15 de diciembre se establecerán tarifas diferenciales para niños y niñas entre 5 y 8 años, estudiantes de primaria y secundaria, personas con discapacidad y adultos mayores.
• El recorrido aproximado es de 15 a 20 minutos.




















