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Barranquilla ya no solo forma estudiantes, ahora prepara ciudadanos globales, listos para los retos de un mundo cambiante, competitivo y profundamente digital. En su apuesta por consolidarse como una ciudad líder en innovación y desarrollo, el capital más valioso sigue siendo su gente. Por eso, invertir en educación, bilingüismo, ciencia y tecnología no es un lujo, es una estrategia de futuro.

Así lo ha entendido la Alcaldía de Barranquilla. Desde las aulas escolares hasta los laboratorios de inteligencia artificial, la ciudad avanza con pasos firmes en el desarrollo de habilidades para el siglo XXI. Miles de estudiantes y docentes trabajan bajo el enfoque STEM, integrando ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas a través de plataformas digitales, aulas automatizadas, robótica educativa y pensamiento computacional. Aquí se enseña a programar desde edades tempranas, no como una novedad, sino como una herramienta esencial para el desarrollo social y productivo.

El alcalde de Barranquilla, Alex Char, ha expresado que el objetivo es forjar un sistema educativo inclusivo y equitativo que brinde oportunidades de aprendizaje para todos, llevándolos a ser más competitivos en diferentes ramas.

“Seguimos adelante en la búsqueda del pleno derecho a la educación integral a lo largo de toda la vida para cada individuo. Nuestro objetivo es forjar un sistema educativo inclusivo y equitativo que brinde oportunidades de aprendizaje para todos, con mejor tecnología y una educación de calidad para su futuro. Les estamos brindando herramientas para que puedan construir sus proyectos de vida acordes a las tendencias del mercado global”, afirmó Char Chaljub.

En el marco de su modelo de gobernanza, el mandatario distrital reafirma el compromiso del Distrito con una educación del siglo XXI, promoviendo la innovación, la creatividad y las habilidades científicas y tecnológicas entre los estudiantes de Barranquilla y la región Caribe.

Acceso a formación bilingüe

Al ecosistema STEM se suma el programa distrital de bilingüismo, que ha formado a más de 153.000 estudiantes y 3.800 docentes en alianza con el British Council. En Barranquilla, aprender inglés dejó de ser un privilegio: ahora es un derecho garantizado y una puerta abierta a oportunidades internacionales, tanto académicas como laborales.

Otro de los programas insignia es Bilingüe Kids, que ha beneficiado a más de 7.300 niñas y niños, junto a 1.080 miembros del talento humano del programa de Primera Infancia. Esta iniciativa busca que los más pequeños aprendan una segunda lengua desde temprana edad, a través del juego, el arte, la literatura y la exploración del entorno, fortaleciendo su desarrollo integral y el vínculo con sus familias.

Entre los beneficiarios, Andrés Cardozo, padre de Salvador, destacó el impacto del programa: “Mi hijo aprendió nociones de inglés y nosotros también vivimos la experiencia. Es algo que nunca pensamos posible. Gracias a la Alcaldía por hacer esto realidad”.

Alfabetización digital

Pero la formación va más allá del aula. A través de los Centros de Aprendizaje en Tecnología e Innovación (CATIN) y las Rutas TIC, la alfabetización digital llega a barrios, corregimientos y poblaciones vulnerables. En estos espacios, jóvenes, adultos y personas con discapacidad aprenden desde cero herramientas como desarrollo web, diseño gráfico, robótica y creación de videojuegos. La tecnología, en Barranquilla, integra en lugar de excluir.

Esta visión de una ciudad que educa y transforma no solo se mide en cifras, también se refleja en los rostros de quienes han sido impactados. Karina Isabel Montes de Oca y Nataly Barrios Guerra son dos madres emprendedoras que han convertido la formación recibida en los Centros de Aprendizaje en Tecnología e Innovación y el Centro de Oportunidades en una herramienta de cambio para sus vidas.

Karina, madre de tres hijos —uno con discapacidad y otro con necesidades especiales-, fundó Kariarts Designs, un emprendimiento de arte que nació del deseo de incluir socialmente a su hija. Gracias a cursos de Excel, marketing y fotografía ofrecidos por el Distrito, logró fortalecer su marca y ampliar su impacto. Su historia es una muestra de disciplina y perseverancia frente a la adversidad.

Nataly, también madre cabeza de hogar, encontró en el emprendimiento un camino para salir adelante. Con formación en marketing digital y herramientas administrativas, ha consolidado un negocio sostenible. Para ella, el emprendimiento es el legado que quiere dejar a sus hijos: un futuro sin límites.

Estas historias son testimonio de que la innovación en Barranquilla no es un discurso institucional: es una realidad que transforma vidas desde el corazón de los barrios.

Uno de los proyectos más disruptivos es el entrenamiento intensivo en desarrollo de software, en alianza con Riwi, que entrena a jóvenes egresados de colegios públicos con una metodología ágil y enfocada en retos reales, sin clases tradicionales ni profesores convencionales. Aquí se forman programadores, líderes y solucionadores de problemas, listos para insertarse en el mercado laboral global con competencias sólidas en inglés, pensamiento lógico y habilidades socioemocionales.

Este modelo, articulado con la estrategia del Plan de Desarrollo 2024–2027, también se proyecta hacia la educación superior. AudacIA, el primer Centro de Excelencia en Tecnologías Transformadoras de Latinoamérica avalado por la OEA, opera en la Universidad Simón Bolívar y representa el nivel más alto del ecosistema de innovación en la ciudad, conectando inteligencia artificial, robótica, ciudades inteligentes y ciberseguridad con las necesidades reales del territorio.

En Barranquilla, las habilidades del futuro no son promesas: son política pública, son proyectos en marcha, son oportunidades reales para una generación que ya no sueña con emigrar, sino con transformar su ciudad desde adentro.