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Cada vez son más las casas patrimoniales que se encuentran a la venta o han sido arrendadas en el centenario barrio El Prado. Su mantenimiento, el pago de impuestos y servicios públicos son algunas de las razones que han llevado a sus propietarios a tomar esta drástica decisión.

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Tal es el caso de Eduardo Movilla, quien desde 1984 ha liderado su escuela de natación en el garaje de la casa de sus abuelos, ubicada en la carrera 54 con calle 59. Este inmueble, que hace parte del patrimonio familiar y en el cual se han formado decenas de barranquilleros en esta disciplina deportiva, actualmente se encuentra a la venta.

En diálogo con EL HERALDO, Movilla manifestó que este inmueble pertenecía a sus abuelos y ha pasado de generación en generación.

'Todos ellos fallecieron y quedamos nosotros como herederos de la casa, pero estamos en un punto de la vida en el que cada uno quiere tomar su camino y esto siempre es algo que impide que podamos seguir avanzando porque después se pierde la propiedad', sostuvo.

Señaló, además, que el sostenimiento no ha sido fácil, ya que en 1995 la declararon patrimonio y 'ahora estamos en la lucha porque se mantenga; sin embargo, es una carga difícil de llevar, por eso decidimos que lo más sano para todos es venderla ahora que todos estamos con vida'.

Asimismo, Ledis Consuegra, residente el barrio Bellavista –que se encuentra dentro del Plan Especial de Manejo y Protección del Ministerio de Cultura–, expresó que los arriendos en esta zona han aumentado debido a que 'las empresas muestran bastante interés; el 70 % es comercial y son pocos los propietarios que tenemos uso habitacional'.

También indicó que la venta de los predios que se encuentran en categoría patrimonial 'se ha bloqueado'.

Consuegra expuso que hay viviendas que tienen el aviso desde hace ocho años y no se han podido vender debido a que el Ministerio de Cultura y las autoridades distritales no permiten que se derrumben estas infraestructuras y 'para modificarlas deben someterse a un proceso arduo y demorado; la gente no está dispuesta a invertir tanto para eso'.

Revisión del PEMP

A diferencia de los inmuebles que no son cobijados por normas de conservación, para los bienes protegidos se les hace más difícil su venta porque las personas los ven como un problema por los 'largos y engorrosos' trámites a la hora de intervenirlos, incluso, así sea para restaurarlos.

Así lo aseguró Porfirio Ospino, experto en urbanismo, quien explicó que la conservación del patrimonio debe hacerse por parte de los propietarios, pero el Estado debe facilitarlo con estímulos.

'Esto es posible haciendo más ágiles los trámites y en segundo lugar desarrollando instrumentos de gestión como la transferencia de derechos de edificabilidad que hoy ni el POT ni los PEMP los contemplan', sostuvo.

Expuso que se requiere de manera 'urgente' una revisión de los planes especiales de manejo y protección (PEMP), los cuales 'no dejaron verdaderos instrumentos de gestión para aliviar las cargas que representan su conservación. La actual exención de impuestos no es suficiente'.

En cuanto a la importancia de conservar las casas coloniales en estos sectores, Ospino indicó que esto ayuda a definir y consolidar el sentido de identidad de un pueblo al hacer parte de su historia.

'A través de esas edificaciones se puede leer su evolución en el tiempo ayudando a crear cohesión social y ser motivo de orgullo colectivo para los ciudadanos de ese lugar. Además, bien conservado, puede convertirse en un activo económico importante para impulsar actividades como el turismo en la zona', cerró.

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Las zonas patrimoniales de la capital del Atlántico

Barranquilla actualmente cuenta con tres planes especiales de manejo y de protección (Teatro Amira de la Rosa, Centro Histórico y Prado, Alto Prado y Bellavista), así como con un plan especial de salvaguarda (Carnaval).

El PEMP para Prado, Alto Prado y Bellavista fue avalado en 2018, con el cual se protegen más de 1.000 inmuebles, ubicados en una zona de influencia y afectación de 314 hectáreas.

Dicha hoja de ruta establece que los inmuebles estarán clasificados en tres niveles de protección: Nivel 1, conservación integral; Nivel 2, conservación del tipo arquitectónico, y Nivel 3, conservación contextual. Esto permite que las características de los inmuebles se preserven o tengan modificaciones.

Por su parte, el PEMP del Centro Histórico se aprobó en 2005.

Estos como instrumentos de gestión le permiten a la Secretaría de Cultura tener herramientas normativas para la protección y conservación de los inmuebles patrimoniales, lo cual ayuda para evitar el deterioro de estos bienes.

Cabe anotar que Barrio Abajo fue declarado, en 2021, como bien de interés cultural del ámbito distrital. Con antelación se trató de incluir en el PEMP de Prado, Alto Prado y Bellavista, pero no fue posible.