Entre las cualidades que destacan al barranquillero están su creatividad e ingenio, pero estas características tienen su lado negativo al momento de engañar a las autoridades y evadir las multas de tránsito.
Papeles, bolsas plásticas, hojas de árbol o empaques de productos alimenticios son utilizados diariamente por decenas de conductores de la ciudad para tapar la placa de sus vehículos y evitar infracciones por estacionarse en donde está prohibido hacerlo.
Esta situación es recurrente en el sur, centro y norte de la ciudad, en donde los propietarios de los automóviles de baja, media y alta gama utilizan todo tipo de elementos para cubrir la placa, tanto de la parte trasera, como de la delantera.
Esto lo hacen con el fin de que al momento de pasar el vehículo que imparte las fotomultas a quienes estén mal estacionados o infringiendo alguna otra norma de tránsito, el sistema no pueda reconocer e identificar sus matrículas.
Una de las zonas en donde más se presenta esta situación es en los alrededores de la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía de Barranquilla, ubicada en la calle 41 con carrera 41.
En este lugar, a pesar de que existe la señalización que prohíbe el estacionamiento, decenas de vehículos se parquean desde tempranas horas de la mañana a lo largo de la cuadra.
Los conductores de estos automóviles, antes de ingresar a sus lugares de trabajo o hacer sus diligencias, obstaculizan las matrículas de sus vehículos, burlando de esta manera el carro que circula impartiendo las infracciones.
¿Qué dice la norma?
El Código Nacional de Tránsito, en su infracción B.03, establece que está prohibido conducir un vehículo sin placas, no portarlas en el extremo delantero o trasero del carro, portarlas con obstáculos o en condiciones que dificulten su plena identificación, o usar distintivos similares a estas.
La norma deja claro que la placa es un documento público que identifica privativa y externamente un vehículo, por lo tanto sería 'ineficaz' que un automotor la porte en condiciones que impidan su identificación, ya sea oculta, sucia, borrada por uso o a propósito, retocada o portarla dentro del vehículo.
Quienes infrinjan esta norma, no solo deberán pagar una multa de $196.000, sino que también sufrirán la inmovilización de su vehículo.
El secretario de Tránsito y Seguridad Vial de Barranquilla, Fernando Isaza, manifestó su preocupación por este comportamiento de los conductores de la ciudad. 'Les preocupa más ocultar la placa para infringir la norma que respetarla', precisó Isaza.
El funcionario hizo un llamado a toda la ciudadanía a que respeten las normas de tránsito y se acojan a la ley. 'Invitamos a todas las personas que estén realizando estas acciones a que se preocupen más por respetar las normas de tránsito y a no evadir las medidas', manifestó.
El jefe de la cartera de Tránsito del Distrito afirmó que la Policía de Tránsito está tomando acciones para sancionar a quienes estén realizando estas 'prácticas irresponsables'.
Mayor acompañamiento
Víctor Cantillo, experto en movilidad de la Universidad del Norte, señaló que el Código Nacional de Tránsito es 'muy claro' y establece que todo vehículo que tenga alteraciones en su identificación, deberá ser inmovilizado inmediatamente.
No obstante —indicó Cantillo—, las autoridades no siempre proceden a inmovilizar los vehículos que ocultan sus placas mientras están parqueados en lugares donde está prohibido hacerlo.
De igual forma, señaló que, si bien es cierto que las autoridades se han venido apoyando con instrumentos tecnológicos, como las cámaras de velocidad y los carros de fotomultas, estos deben estar acompañados de una mayor presencia de los agentes de tránsito.
Cantillo precisó que en su concepto los agentes deberían directamente ir e imponer las multas a los conductores que tapan sus placas. 'Ellos están facultados para eso, la tecnología es un apoyo y además del control que efectúan, los agentes, en su potestad, deberían actuar más frente a estos acontecimientos', manifestó Cantillo.
Por su parte, Isidro Ruíz Estrada, analista en vías y transporte, coincide en que la norma es clara en establecer que los vehículos deben portar visiblemente sus placas, tanto delanteras como traseras, sin que ningún objeto las esté obstaculizando.
Ruíz Estrada señaló que tapar la placa de los vehículos se puede considerar como 'hacerle trampa al sistema', por lo que las sanciones deben ser más severas. 'Estos ciudadanos se deben castigar. Las autoridades deben actuar porque esta es una conducta reprochable', indicó.
Hecha la ley, hecha la trampa
Ante la cultura de la ilegalidad que tienen algunos barranquilleros en diferentes aspectos, el docente de la Universidad del Atlántico, Edimer Latorre, posdoctor en interculturalidad, señaló que estas acciones se deben a un fenómeno sociocultural que viene desde la conformación misma del Estado.
El experto explicó que este fenómeno se conoce como 'contra cultura de la ilegalidad', ya que este —precisó— atenta contra los valores y principios propios del ordenamiento y los elementos que permiten las asociaciones como comunidad.
Asimismo, detalló que estas conductas son producto de 'anomias sociales', es decir cuando existen un conjunto de normas pero no son acatadas. 'El individuo se desagrega de la sociedad. Ese proceso inicia desde el proceso de colonización de los españoles y se posterga a todo lo largo de la construcción del Estado colombiano', explicó Latorre.
Afirmó que el colombiano promedio no tiene 'insertado en su mente' el poder de la norma. 'Es por esto que la implementación del Código de Policía ha tenido tantos problemas, porque su operación es imposible. Esto se debe a un síndrome normativo', precisó el experto.




















