Mientras las autoridades de Colombia y España investigan el escándalo de corrupción que recae en la matriz ibérica Canal de Isabel II y su empresa barranquillera Inassa, y tanto el Distrito como la Gobernación del Atlántico han mostrado su interés en comprar acciones, tras el anuncio de venta de las filiales latinoamericanas de la española, EL HERALDO conoció los estados financieros consolidados de la Sociedad Interamericana de Aguas y Servicios SA, Inassa SA, y de sus subordinadas, al 31 de diciembre de 2015.
En estos documentos se da cuenta de la razón por la cual Triple A es llamada por los medios europeos ‘la joya de la corona’, pues mientras esta aparece con un capital de $73.485 millones y patrimonio de $221.927 millones, la empresa en República Dominicana reporta un capital de $5.893 millones y un patrimonio de $18.958 millones y la de Ecuador, un capital de $1.025 millones y un patrimonio de $11.309 millones. (Ver gráficos).
Además, el documento registrado ante la Superintendencia de Sociedades indica que el capital autorizado de Inassa, al 31 de diciembre de 2015, está conformado por 26.000.000 de acciones, con valor nominal de $5.000 pesos cada una, de las cuales 23.151.997 acciones están suscritas y pagadas a la fecha del informe.

El contrato de concesión
Para cumplir con su objeto, la empresa suscribió en Barranquilla un contrato de concesión en 1993.
Se trata concretamente de un contrato de suscripción de acciones firmado con el Distrito de Barranquilla el 19 de octubre de 1993, con el cual se recibió en concesión por 20 años el derecho de utilización de los activos operacionales de la antigua Empresas Públicas Municipales de Barranquilla S.A., vinculados directa o indirectamente a la prestación de los servicios de acueducto, alcantarillado y aseo en la capital del Atlántico.
En este convenio se dispuso que el valor presente de los flujos de caja netos de los ingresos futuros generados por los activos recibidos en concesión durante el período de 20 años era de $32.754 millones a la fecha de firma del contrato, y que de este valor establecido, la empresa debía efectuar pagos mensuales al Distrito por concepto de regalías a la tasa del 1,5% mensual sobre $23.158 millones. Sin embargo, esta obligación fue extinguida a partir de septiembre de 1999, por convenio entre las partes del 28 de mayo de 1999, en el que se acordó participar con recursos propios en la financiación del Plan de inversiones en Acueducto y Alcantarillado de la Zona Sur Occidental: el saldo, o sea, la suma de $9.596 millones, constituyó el aporte de capital que el Distrito hizo a la empresa.
Luego, el 19 de julio del 2000, la empresa firmó un acuerdo para la ampliación por 20 años, a partir del 19 de octubre de 2012 y vencimiento final el 19 de octubre del año 2033 del plazo de la concesión inicial otorgada por el Distrito en 1993. En consecuencia, la compañía desembolsó como contraprestación $13.551 millones. Adicionalmente, por este acuerdo, la firma pagaría al Distrito regalías mensuales, a partir del 20 de octubre de 2012, para lo que se contrataría una firma de auditoría, acordándose que el flujo de caja libre se utilizaría como base para establecer el valor de las regalías y el porcentaje de estas sería del 30%.

Cómo sería la venta
Tras el anuncio de Canal de Isabel II de vender sus filiales en Latinoamérica, incluyendo Inassa, y las manifestaciones por parte del Distrito y de la Gobernación de comprar acciones en Triple A, EL HERALDO consultó con el experto en derecho Societario, Jaime Tello, cómo sería el asunto.
'No conozco los estatutos de la sociedad -porque aunque la ley tiene unas formalidades, los estatutos pueden modificarlas-, pero lo que hace un socio es poner en venta sus acciones y dependiendo de lo que digan los estatutos tienen o no la posibilidad de adquirirlas primero los otros socios.
Se fija un precio, también de acuerdo con los estatutos, y si les parece adecuado a los compradores, hacen la oferta o piden una contraoferta con rebaja, y si no se ponen de acuerdo, lo más usual es que se busque un perito que entra, revisa los estados financieros de la compañía, el futuro, etcétera, y le fija el precio a las acciones', explica Tello.
Frente a la duración de estas negociaciones, el experto dice que suelen ser 'meses', y precisa que 'el negocio se demora lo que tarden en ponerse de acuerdo, también en si van a comprar la totalidad de las acciones'.
Y sobre cómo sería el tema accionario entre los socios, pues el Distrito tiene el 14,5%, el jurista aclara que 'normalmente se les ofrece la venta de las acciones primero a los socios, y si no el socio queda en la libertad de ofrecerlo a un tercero'.
También explica que en este caso, siendo un servicio público, una concesión y estando de por medio un contrato estatal, 'es muy probable que esa búsqueda de ese tercero no la pueda hacer el socio solo, sino en compañía de los demás socios para que no deje al Distrito en manos de cualquiera'.
De acuerdo con el abogado Tello, el Distrito debería aprobar el ingreso de un nuevo socio, para que se lo vendan a alguien con experiencia. 'Otra cosa que puede pasar es que el Distrito diga que ya tiene experiencia, porque además ya la compañía está andando', puntualiza.
5 mil accionistas
Germán Sarabia, gerente de Inassa, dijo que la composición accionaria de la firma es 82% Canal Extensia S.A. y 18% SLASA, y la de Triple A es 82% Inassa, 15% el Distrito de Barranquilla, y 3% accionistas privados locales, que son unos 5 mil.
Sobre la relación entre Canal de Isabel II con Aguas de Barcelona, Inassa y Canal Extensia, reiteró que 'Canal de Isabel II es una empresa pública de la Comunidad Autónoma de Madrid, propietaria de Canal Extensia, S.A. A su vez, Canal Extensia, S.A. es dueño del 82% de Inassa'.





















