Los colombianos, sin distingo alguno, deben tener claro que ser corrupto no paga, todo lo contrario, ¡se paga ante la justicia! Con esta ley, por fin habrá herramientas definidas para realizar un trabajo integral que nos permita tener un Estado transparente, nítido y robusto, y un país donde no haya cabida a la trampa, que tantos pesares ha causado a Colombia entera.
El Canal del Dique no llega solo, llega con un cambio de visión para una región que va a poder desarrollar todo su potencial. Aquí estamos, como Gobierno, haciendo expresa nuestra voluntad política y nuestro anhelo de cumplirle a las regiones, porque sólo de esta manera, podremos cerrar las brechas en materia de pobreza y construir, todos los días, la verdadera equidad.
La iniciativa permitirá, además, fortalecer la Marina Mercante Nacional, con el fin de impulsar, mejorar e incentivar las exportaciones de nuestros productos, como carbón, café, banano, algodón, abonos, frutas, productos metalmecánicos y otras exportaciones menores; así mismo, ser más competitivos y ágiles en trámites y fletes marítimos.
Con contundencia podemos decir que la infra-reactivación avanza a toda marcha.
La recuperación de la economía y la superación de la crisis es compromiso de todos.
El gran desafío es lograr que los astilleros colombianos puedan participar en ambiciosos proyectos de interés nacional estratégico.