Si bien Colombia cuenta con políticas para abordar la migración de la población venezolana que se consolidaron en gobiernos anteriores, el gobierno de Petro está llegando tarde a su implementación y el peso de la integración le ha tocado a las ciudades. Lo que se traduce en que no hay una capacidad institucional suficiente a nivel nacional para abordar una segunda oleada migratoria.
Estamos ante una oportunidad histórica, con los ojos del mundo entero puestos en Venezuela. Por ello es el momento propicio para que la comunidad internacional apoye la reconstrucción de las instituciones democráticas de nuestro hermano país y demuestre que la unión genera cambios, así como ha sucedido en la historia de países como Chile, Panamá y Honduras, en donde la presión internacional incidió en el restablecimiento de la democracia luego de golpes de estado.
En Barranquilla ya tenemos un terreno adelantado trabajando por la integración socioeconómica, cultural y urbana de la población. Los mayores avances los hemos logrado en la articulación y movilización de actores de la sociedad civil, cooperación internacional, sector público y privado, en la regularización migratoria, asistencia humanitaria, integración social (salud, educación, orientación jurídica y psicosocial, etc.), reducción de barreras para la integración productiva, posicionamiento y gestión de recursos a nivel internacional, y en el desarrollo de proyectos de innovación social.
Sin duda, lo mágico ha sido como tantos actores del sector público, privado, de cooperación internacional y sociedad civil se han sumado en favor de estas familias. Y esperamos que cada día seamos más.
Con el fin de avanzar en la vinculación laboral, hemos llevado a cabo, de la mano de aliados clave, proyectos que buscan promover el empleo inclusivo con enfoque en población migrante y local entre las empresas barranquilleras. Algunos ejemplos son los Cafés por la Integración, Todos somos Barranquilla y Barranquilla con Talante, actualmente en ejecución. La instauración de la mesa migratoria ha sido clave para movilizar y articular a los diferentes sectores.
Más de 10 años después de su partida, seguimos recordando a Ernesto McCausland y asegurándonos de que su legado permanezca vivo, impactando e inspirando, cada día, a más plumas y al carnaval mismo. La semana pasada, el Premio Ernesto McCausland Sojo a la mejor crónica de carnaval llegó a su décima edición, concurso que inició en el año de mi reinado, el primer carnaval que Ernesto se gozó desde el cielo.
También, quiero contarles, con gran emoción y satisfacción, que la próxima semana estaremos inaugurando el Centro Intégrate, ubicado en el Barrio Montecristo, el cual por ser aledaño al Barrio Abajo vio llegar, hace un siglo, a los migrantes provenientes del viejo continente, ya que al desembarcar del vapor marítimo en el muelle de Puerto Colombia, tomaban el ferrocarril de Bolívar que los llevaba a Barranquilla, los equipajes eran transportados a la aduana en donde los pasajeros los recibían y acto seguido se adentraban en la ciudad para comenzar una nueva vida.
Queremos ver al alcalde, todo el año, potenciando el carnaval como motor de desarrollo, fortaleciendo la economía creativa para que nuestros hacedores puedan vivir de su arte.
Las empresas que se sumen a Barranquilla con Talante recibirán apoyo en el fortalecimiento de sus procesos de contratación inclusiva, en la identificación de los perfiles que mejor se ajusten a sus vacantes, en el acompañamiento por tres meses a las personas contratadas y en la implementación de herramientas para promover su retención y bienestar