La directora de EL HERALDO, Erika Fontalvo, y el editor de Locales, Gabis Amaya, analizan cómo ha sido la tercera jornada del Foro de la Ocde en Barranquilla.
En el marco de este encuentro en el que se analizan las buenas prácticas para mejor la calidad de vida de las comunidades, EL HERALDO muestra el desarrollo de dos proyectos que han impactado económica y ambientalmente a la ciudad y que han marcado la diferencia de Barranquilla con respecto a otras urbes del mundo.
Nuevo Mercado de Granos
En los tiempos recientes, Barranquilla ha brillado al cumplir los objetivos de desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), entre esos la diversificación económica y las restauración del mercado de Granos no podría ser mejor ejemplo de ello.
Tras seis años de obras, finalmente el pasado sábado 28 de junio el alcalde Alejandro Char dio la apertura a este emblemático espacio que funciona desde las auroras de la primera de los 1900.
El mercado de Granos está ubicado en la zona céntrica de la capital del Atlántico, en la carrera 40 con calle 28. Prácticamente, el corazón que vio crecer toda la ciudad a su alrededor. Sin embargo, las muchas décadas han llevado a que el recuerdo de esa Barranquilla precursora casi pasara por olvidada.
Elvia Vega De la Hoz es una artista de los retratos y los murales. Su pincel está vivo, como vive en ella, el deseo de perpetuar lo vivido desde hace más de cien años en el mercado. Como estudiante de la Escuela Digital de Artes y la Fábrica de Cultura, participó de la convocatoria para adornar las paredes del sitio, con el aporte de su obra ‘Amazonas’, que rescata el papel de las mujeres en la edificación.
Puerto Mocho
Queda poco, o nada, de aquella playa remota que generaba desconfianza a muchos locales y que también fue un lugar de trabajo inseguro para los comerciantes.
Un efecto colateral significativo que trajo la restauración fue dignificar la labor de los caseteros.

Puerto Mocho se ha convertido en un ícono turístico. Así lo afirmó Diego Rada, encargado de la gerencia del proyecto de Puerto Mocho, quien relató que esta playa se formó naturalmente por la sedimentación que se presentaba en esta zona, que es la frontera entre el río, el mar Caribe y la ciénaga de Mallorquín.
Anteriormente, Puerto Mocho estaba cerca de un 1.20 metros por debajo del nivel del mar del que está actualmente, lo que la convertía en una zona inundable. No obstante, fue a través de estudios que se establecieron niveles seguros que garantizan la protección de toda la infraestructura.
Asimismo, el encargado manifestó que no existía antes ningún tipo de control de vertimientos de desechos ni manejo adecuado de residuos sólidos; no obstante, dentro del plan integral también se contemplaba preservación ambiental, por lo que se ha posibilitado la conservación del manglar, se ha inspeccionado todo lo relacionado con las basuras y desaparecieron los malos olores.