Lo que en principio fue solo un sueño terminó convirtiéndose en algo increíble. A pocos días de su apertura, las playas de Puerto Mocho y el tren turístico de Las Flores son la prueba de que si los proyectos tienen continuidad y apoyo por parte de la comunidades locales se pueden convertir en una oportunidad para dinamizar la economía y el turismo para la región Caribe.
Y es que no hace falta mucho para empezar, antes de que muchos sectores de la ciudad como el Ecoparque Mallorquín y la playa de Puerto Mocho se convirtieran en lo que son al día de hoy eran espacios naturales o puntos de acumulación de residuos sin ningún tipo de de provecho por parte de los barranquilleros.
Sin embargo, en el período de 2018-2019 se puso en marcha el diseño preliminar de ambos proyectos y desde ese momento los primeros renders y proyecciones marcaron el camino a seguir para la Barranquilla del futuro.
Seguidamente, en el primer semestre de 2020 se hizo la presentación del proyecto a las autoridades ambientales y turísticas en la ciudad, lo que permitió trabajar de manera articulada para crear diseños sostenibles que tuvieran en cuenta la protección de los árboles y la eliminación de algas.
Después de que el proyecto ganara algunos adeptos se presentó también a socios internacionales como la Alianza Francesa y el Banco Interamericano de Desarrollo, quienes se unieron y convencieron junto a la administración distrital al Gobierno del presidente Iván Duque para que financiara una de las dos etapas del proyecto.
De esta manera, el gobierno aportó cerca de $100 mil millones para materializar el proyecto, y desde ese momento se pudo comenzar un trabajo con las comunidades locales para las demás etapas.
En ese sentido, las asociaciones de pescadores y caseteros de Puerto Mocho empezó a visionar cómo sería el tren, las casetas y lo que es la zona de la playa, así que a partir de ahí se elaboraron los últimos diseños y lo que fue la construcción del tren de Las Flores, un atractivo turístico que fue fabricado en Bogotá y que tuvo una elaboración sostenible para funcionar de manera eléctrica.
La suma de todos estos factores permitió que el proyecto se realizara en tiempo récord para que los barranquilleros puedan disfrutarla desde este sábado 30 de noviembre cuando se haga su apertura al público.
Un proyecto a futuro
La visión que se tuvo de las playas de Puerto Mocho no solo incluía un balneario para la vista y deleite de propios y visitantes, sino también, unas etapas a futuro para desarrollar un proyecto integral que se convierta en el mayor atractivo de la ciudad.
De acuerdo con el alcalde Alejandro Char, la capital del Atlántico es sostenible y el proyecto en Puerto Mocho va a transformar la característica de la ciudad y la va a convertir en un destino turístico nacional e internacional.
“Barranquilla es única y sostenible.Tenemos la ciénaga de Mallorquín y aquí adelante nuestro mar Caribe. Y a unos pocos metros el gran Río Grande de la Magdalena. Ya podemos decir que tenemos playa y los pescadores históricos de Puerto Mocho tienen todo nuestro apoyo. Esto no tiene sentido si no lo hacemos con la gente que siempre ha estado aquí”, contó.
Agregó, que “cuando nosotros llegamos había más de 20 restaurantes pequeños en muy malas condiciones. No tenía sentido que hiciéramos toda esta inversión si ellos no eran parte de esta solución. Todos los caseteros que estaban aquí y los meseros son parte de la nueva organización, o sea son los que van a administrar los 16 restaurantes nuevos. Esto va a impactar positivamente a más de 180 familias”.
Dicho esto, el Distrito de Barranquilla resaltó la importancia de cada fase de evaluación y de estudio ambiental que se hizo en la zona, lo cual permitirá su conservación a futuro. De hecho, durante el primer semestre del año, se hizo una visita del grupo investigador de la Universidad Simón Bolívar para hacer seguimiento a la calidad de la arena y el agua, donde se pudo asegurar que la intervención del Distrito mejorará, además, el manejo de residuos sólidos, logrando la preservación del ecosistema.
También, para la construcción del Tren de las Flores se hizo un estudio a fondo para que los 2.5 kilómetros de desplazamiento contaron con un alumbrado público fotovoltaico, barreras para la fauna y paso a nivel para la fauna que habitan en la zona como caporos, iguanas, mapaches, entre otras especies.
Todo este proceso marcó un antes y un después en la ciudad, ya que los tajamares que se empezaron a construir hace 100 años porque Barranquilla quería ser portuaria tenían problemas porque el río se explayaba y había mucho sedimento que no permitía que grandes embarcaciones entraran o salieran. El clamor de la gente llevó a que en Puerto Mocho se hicieran 5 o 6 kilómetros de tajamares con piedras de una cantera de Sabanalarga que traía un consorcio americano, a partir de ahí se hicieron los rieles y sobre ellos el tren de Las Flores.
Sin embargo, este modelo no era sostenible, porque el tren funcionaba con combustible contaminante, los restaurantes cocinaban con leña, las aguas negras se disponían al río o al mar y los animales, mapaches, iguanas, serpientes, morían. Ahora todo es distinto y hay toda una oferta disponible que muy pronto los barranquilleros y turistas podrán conocer.
Detalles de la obra
La oferta de las playas de Puerto Mocho estará disponible en su totalidad para su apertura este sábado a propios y visitantes. Este espacio estará dividido por zonas que contarán con distintas amenidades, empezando por la zona 1, que hace referencia al espacio que recibe o da la bienvenida a los bañistas. Allí habrá baterías de baño para hombres y mujeres, el punto de información, tiqueteras, aula ambiental y, además, contará con cocinas y puntos de venta para artesanías.
De igual manera, este espacio tendrá puntos de venta de productos refrigerados: coco, gaseosas, helados, entre otros. También tendrá equipamiento deportivo como cancha de fútbol playa, canchas de vóley playa, cuartos técnicos, que tendrán transformador, tableros y temas eléctricos. También estará la PTAR, que es la zona de tratamiento de agua.
En las zonas 2 y 3 los visitantes podrán disfrutar de más espacios para la diversión y el sano esparcimiento al encontrar cocinas, 18 quioscos –cada uno con 4 puestos de 6 personas, es decir 24 personas por quioscos–, puntos de venta, administración, enfermería, punto de información turística, almacenamiento, escuela de kitesurf, escuela de deportes náuticos sin motor, zona de tanques, cuartos técnicos. Adicionalmente estará la primera sede operativa de los pescadores de la zona.
Para llegar a este espacio los barranquilleros y turistas tendrán que llegar al barrio Las Flores y luego a la estación Tajamar, donde hay 107 parqueaderos, que se duplicarán próximamente. En este punto estarán dos trenes eléctricos que se pueden pagar con la tarjeta de Sibus o en efectivo. Aunque por estos días será totalmente gratis.
Este medio de transporte cuenta con una capacidad para 70 pasajeros, incluyendo el acceso para personas con movilidad reducida. Adicionalmente, en el proyecto los visitantes encontrarán en la primera estación un punto de información, tiqueteras, aula ambiental, entre otros espacios.
Cabe destacar que al proyecto turístico de Puerto Mocho también se incorporarán 42 mototaxistas que toda la vida han trabajado en la zona, y que muy pronto contarán motos eléctricas que se adecuarán a su comodidad y que les permitirán prestar un mejor servicio.
Impacto en la economía
Cuando un turista viene a Barranquilla conoce la estatua de Shakira en el Gran Malecón, pasa ahí su día, y luego va a un centro comercial, a los restaurantes, duerme en hoteles y sigue generando ingresos para el territorio. Así que el Distrito de Barranquilla calcula que en solo 2025, a Puerto Mocho lo visitarán 250 mil turistas, porque no solo se les presentará la oferta de ir a la playa, sino toda la experiencia: montarse en el tren eléctrico, ver el Río, la ciénaga de Mallorquín, disfrutar de un mar espectacular, y comer en sus restaurantes.
Serán cerca cerca de 8 asociaciones de pescadores y se beneficiarán cerca de 189 integrantes de esta población con los visitantes en la playa.