La defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, afirmó que la crisis que atraviesa actualmente el sistema de salud en Colombia supera las capacidades de respuestas temporales y requiere cambios de fondo. Según precisó, la problemática en la entrega de medicamentos y la continuidad de los tratamientos está afectando de manera directa a los usuarios, por lo que se hace necesario un rediseño estructural que garantice el derecho a la salud en condiciones de igualdad.
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Marín señaló que la reforma que se proponga debe preservar los aspectos positivos del sistema y aquellas áreas donde existe fortaleza institucional, pero al mismo tiempo modificar los componentes estructurales que siguen siendo un obstáculo para la garantía plena y equitativa del servicio en todo el país. “Esta crisis rebasa las capacidades de una respuesta coyuntural y es necesario hacer una reforma al sistema de salud que modifique aquellos elementos que impiden la garantía igualitaria del derecho a la salud”, afirmó.
La defensora enfatizó que cualquier propuesta de transformación debe tener como principios centrales la dignidad de las personas, la suficiencia presupuestaria y el acceso sin discriminación. Además, subrayó la necesidad de planificar un proceso de transición ordenado, con identificación previa de cuellos de botella y una respuesta articulada entre instituciones, con el fin de evitar afectaciones adicionales en la prestación del servicio.
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“Recomendamos una reforma a la salud que ponga en el centro el derecho a la salud y la dignidad humana, que garantice sostenibilidad financiera y acceso igualitario, y que cuente con un plan de transición que no genere desmejoras inmediatas”, puntualizó Marín. Estas declaraciones se dan en el contexto del seguimiento que realiza la Defensoría a las dificultades en la entrega de medicamentos y a la crisis general del sistema de salud en Colombia.


















