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En medio del crecimiento poblacional acelerado que ha tenido el Atlántico en los últimos años, que se suma a una alta demanda de vivienda y retos ambientales propios de su geografía costera, las prácticas de sostenibilidad en la construcción se han convertido en el principal aliado para garantizar un desarrollo urbano equilibrado.

Para este sector, la adopción de este enfoque ha implicado una transformación de la manera en que se concibe la edificación, pasando solo de levantar viviendas a desarrollar entornos urbanos más resilientes, saludables y eficientes.

Laura Restrepo Campos, gerente de Camacol Atlántico, destacó que la incorporación de principios de sostenibilidad permite disminuir la presión sobre los servicios públicos, reducir la vulnerabilidad frente al cambio climático y mejorar las condiciones de habitabilidad de las familias.

“La adopción de estas prácticas representa un valor estratégico que fortalece el papel de la construcción como motor de desarrollo económico, al mismo tiempo que la alinea con los estándares internacionales y con las metas nacionales de acción climática”, resaltó.

Asimismo, la líder gremial expuso que –de esta manera– el Atlántico puede proyectarse como un territorio cada vez más competitivo y preparado para los desafíos globales, donde la construcción juega un rol central en la transición hacia un modelo de desarrollo más responsable e inclusivo.

“Esta evolución urbana no sería posible sin el resto de la cadena de valor que respalda a la construcción. Industriales y comerciantes del sector han acompañado este proceso aportando materiales de la más alta calidad, servicios especializados y soluciones innovadoras que permiten que cada proyecto se ejecute con estándares superiores”, mencionó.

De acuerdo con las cifras de Camacol Atlántico, en el departamento se registran más de 1.576.000 metros cuadrados de áreas residenciales certificadas por prácticas en construcción sostenible. Eso se traduce en 19 proyectos con criterios que abarcan desde la eficiencia energética hasta el tratamiento de aguas residuales.

“Este avance refleja la capacidad de adaptación y respuesta de nuestro sector, pero sobre todo marca el inicio de un cambio estructural que está dejando atrás un modelo económico tradicional para avanzar hacia uno circular, resiliente e innovador, en el que el crecimiento urbano y el cuidado del medio ambiente ya no se conciben como fuerzas opuestas, sino como caminos que avanzan juntos”, agregó Restrepo.

Es de anotar que Colombia se constituye en un referente mundial en construcción sostenible al superar los 20 millones de metros cuadrados certificados con EDGE, el sello que se otorga a edificaciones que ahorran agua, energía y otros recursos que representan un gran aporte para cumplir las metas sectoriales en acción climática.

Estas cifras equivalen a más de 1.100 proyectos y más de 317 mil viviendas en todo el país, de los cuales cerca del 73 % corresponden a interés social.

EL HERALDOPotencial económico.

En la práctica

En el ADN de la Constructora Metrópoli se encuentra impregnado el compromiso de diseñar proyectos modernos y responsables, que integren la sostenibilidad y el bienestar ciudadano.

Por eso, sus proyectos residenciales se encuentran caracterizados por contar con espacios abiertos, uso de materiales o sustratos amigables con el planeta, eficiencia en los sistemas de energía y sistemas de recirculación y aprovechamiento de las aguas lluvias y tratadas, entre otros aspectos.

Al respecto, el ingeniero Antonio Domínguez, gerente de la constructora, aseguró que desde hace más de dos décadas han sido pioneros en la adopción de prácticas constructivas que permitan una mayor eficiencia energética de las edificaciones, así como la incorporación de estándares internacionales de sostenibilidad.

“Cada obra se concibe como una oportunidad para aportar al crecimiento del Caribe colombiano, garantizando no solo calidad arquitectónica, sino también un impacto positivo para la vida de las comunidades”, afirmó Domínguez.

Siguiendo esta línea, Metrópoli ha desarrollado y fortalecido una política empresarial enfocada en la creación de espacios verdes, áreas comunes diseñadas para la convivencia, entornos seguros y accesibles, consolidando una visión integral que busca elevar la calidad de vida de las comunidades donde construye.

De esa forma, los proyectos Puntamarina Beach –que cuenta con la certificación EDGE Advanced– en Juan de Acosta, Mirador del Puerto –con la certificación EDGE Advanced – en Puerto Colombia, y Le Medic –que cumple con los requerimientos para la certificación EDGE Advanced y ha sido postulado para recibir la certificación LEED– en Barranquilla hacen un aporte relevante a la transformación urbana y social del Caribe colombiano.

Por otro lado, Daniel Sarabia, gerente de Infraestructura y Urbanismo del Negocio de Desarrollo Urbano de Grupo Argos, resaltó que la sostenibilidad en la planificación urbana, el diseño y la construcción es esencial para que las ciudades crezcan de manera ordenada y responsable.

Puso de presente que en proyectos como Ciudad Mallorquín, que se construye en Puerto Colombia, la sostenibilidad se constituye en un eje transversal, logrando que más de 3 mil familias ya habiten en un entorno seguro, que permite un incremento del recaudo fiscal para el municipio.

“Diseñamos un plan maestro inspirado en el concepto de la ciudad de 15 minutos. Allí, los habitantes pueden acceder caminando o en bicicleta a educación, salud, comercio, parques y transporte público, evitando la expansión descontrolada, reduciendo emisiones y mejorando la calidad de vida”, explicó.

Agregó que otro de los pilares del plan maestro es la estrategia de paisaje con soluciones basadas en la naturaleza, por lo que se ha dado prelación a la restauración de humedales y la creación de parques inundables que ayudan a mitigar riesgos de inundación.

El gerente de Infraestructura y Urbanismo del Negocio de Desarrollo Urbano de Grupo Argos puntualizó que el plan maestro recibió la precertificación internacional LEED for Communities: Plan and Design, que valida estándares globales en eficiencia energética, gestión del agua, uso de materiales responsables y diseño urbano de calidad.

EL HERALDOCriterios de sostenibilidad.