Ante la emergencia sanitaria por fiebre amarilla que decretó el Gobierno nacional, la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla propuso utilizar la inteligencia artificial para potenciar el control de este virus y así reducir el aumento de casos en varias zonas del país.
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De acuerdo con Luis Ortiz Ospino, vicerrector de Investigación, Extensión e Innovación (e), se mandó una propuesta al Instituto Nacional de Salud para crear una herramienta que se anticipe a los brotes.
“Nos reunimos con la directora del instituto y le propusimos desarrollar con nuestro centro de investigación y desarrollo tecnológico, AudacIA, una plataforma de IA para predecir el comportamiento del virus, utilizando variables ambientales, sociales y datos epidemiológicos para anticipar la expansión del brote y tomar decisiones informadas en tiempo real”, explicó.
De igual manera, resaltó que: “En Unisimón cuenta con equipos de secuenciación genómica de su Centro de Investigaciones en Ciencias de la Vida (CICV) para identificar variantes del virus en el país, al igual que el diseño y la validación de pruebas moleculares que diagnostican casos positivos de dengue, enfermedad transmitida por las especies Aedes aegypti y Aedes albopictus (Tigre Asiático)“.
Sumado a esto, Lisandro Pacheco Lugo, biólogo Ph.D. en Bioquímica y Biología Molecular de la universidad, mencionó que “con esta herramienta podría anticiparse a los brotes, establecer cercos epidemiológicos y priorizar la vacunación en los territorios afectados. Podemos hacer monitoreo directo en mosquitos para detectar la presencia del virus en zonas donde aún no se han reportado casos”.
Agregó que: “estas son pruebas adaptables a cualquier arbovirus y en menos de cuatro semanas podríamos estar listos para trabajar con fiebre amarilla”.
Por su parte, el profesor Ronald Maestre Serrano, líder del grupo de investigación en Enfermedades Infecciosas y Tropicales de Unisimón, manifestó que es urgente fortalecer la vigilancia entomológica ante la adaptación progresiva de los mosquitos que transmiten el virus de la fiebre amarilla.
“Los diagnósticos se complementan con estudios que durante 15 años han documentado la presencia en zonas urbanas y periurbanas del Caribe colombiano de mosquitos del género Haemagogus, tales como Haemagogus equinus, una especie que se encuentra en áreas rurales y selváticas donde se transmite el virus de la fiebre amarilla”, indicó.
Sumado a esto, desde la Unisimón argumentaron la importancia de que las universidades sumen esfuerzos a la capacidad científica para la vigilancia epidemiológica de este virus.
“Si bien la vacuna contra la fiebre amarilla existe desde finales de 1930, la letalidad del virus en este brote epidémico ronda el 50 % de las personas no inmunizadas. Un paciente puede debutar con una sintomatología inespecífica hasta con una hemorragia mortal, en los diferentes niveles de atención en salud deben tener claro que la principal manifestación clínica es la fiebre, que puede acompañarse de malestar general, dolores de cabeza y espalda, mialgias generalizadas, náuseas y mareos, y posible disociación entre pulso y temperatura”, añadió el profesor Wilmer Villamil Gómez.
Es de anotar que del total de infecciones confirmadas en los departamentos del Tolima, Huila, Cauca, Nariño, Putumayo, Caldas, Meta, Vaupés, Guaviare y Caquetá, 37 resultaron en muertes asociadas a esta patología transmitida por mosquitos de los géneros Haemagogus y Sabethes en su ciclo selvático y la especie Aedes aegypti en su ciclo urbano.
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