El parque Los Sueños de Conidec tiene un poco más de un año de haberse puesto en funcionamiento luego de haber sido sometido a un proceso de renovación total. Aunque al principio generó mucha felicidad y expectativa entre la comunidad, el paso del tiempo conllevó a que este espacio se convierta en un “dolor de cabeza”.
Los vecinos de este sector de la Ciudadela 20 de Julio, en la localidad Metropolitana, no ocultan su preocupación debido a que este espacio ha dejado de ser óptimo para el esparcimiento y la convivencia familiar.
Manuel Meza, quien reside en el sector de la ciudad desde hace más de cuatro décadas, sostuvo que el estado actual del parque es “lamentable”.
Contó que si bien la comunidad reclamaba un espacio para poder compartir sanamente, los constantes enfrentamientos entre pandillas y la presencia de consumidores de drogas ha conllevado a que las familias dejen de asistir a este lugar, dando paso a un “terrorífico” ambiente.
“Esto se ha vuelto invivible. Se ha salido de las manos de todos. Es excelente que arreglen los columpios y todo eso para los niños, pero necesitamos colaboración. Uno le llama la atención a alguien y lo tratan de sapo”, afirmó Meza, quien hizo un llamado urgente a las autoridades y a los vecinos para intervenir la zona y promover la sana convivencia entre quienes lo frecuentan.
Lea también: Barranquilla deja de recibir cerca de $8 mil millones por el retiro de la sede de foro de migración
María Piñeres, quien también reside en la zona, cuestionó el deterioro que ha tenido el espacio debido a esta problemática que sigue en aumento.
“Este parque no tiene ni un año de haber sido inaugurado y ya está prácticamente destruido”, anotó.
Según relató, los jóvenes que frecuentan el lugar —algunos incluso de otros sectores— no solo dañan las instalaciones, sino que también se comportan de manera agresiva con los vecinos que intentan llamarles la atención.
“Uno les dice que cuiden el parque, que eso es para ellos, y lo que hacen es decirnos groserías. Aquí cerca hay un colegio y los estudiantes salen a meterse con los vecinos, a veces incluso consumen sustancias alucinógenas, y eso nos tiene angustiados”, denunció el ciudadano.
En el barrio Campo Alegre, en el Parque de Los Sueños, se vive una situación similar. De acuerdo con los vecinos, en este espacio se han identificado comportamientos inadecuados por parte de algunos jóvenes, por lo que han instado a una intervención “urgente”.
“Un parque no es solo un punto de reunión o un lugar para eventos, es también una oportunidad para que las familias compartan, respiren aire fresco y se alejen un poco de la rutina tecnológica que vivimos a diario”, aseguró el ciudadano Henry Barraza, quien recientemente se mudó a esta zona de la ciudad.
En su concepto, la recuperación del parque no solo mejorará la seguridad del sector, sino que permitirá devolverle al barrio un lugar de encuentro sano y positivo: “Este proceso necesita del compromiso de todos: autoridades, padres de familia y vecinos. Solo así lograremos que los parques cumplan su verdadero propósito”.
Lea también: Gastronomía de Semana Santa en las galerías del Centro
Jorge Varela, otro habitante del sector, mencionó que este fue –en algún momento– uno de los mejores parques de la ciudad. Sin embargo, actualmente se observa un “grave deterioro” debido a la falta de controles por parte de las autoridades, en especial, durante las noches.
“Hay personas de otros barrios viene a hacer daño, se han robado las luces y equipos para hacer ejercicio. De noche esto queda a merced de la delincuencia. Después que se va la Policía, ya esto queda solo. No hay ni una luz”, mencionó Varela.
Entre los vecinos y usuarios recurrentes del parque Sagrado Corazón, ubicado en la localidad Norte Centro Histórico, también hay preocupación por el estado actual del espacio público y la falta de conciencia ciudadana en su uso.
Carlos Hernández, un usuario recurrente de este espacio público, dijo que parte del deterioro se debe al mal uso que algunos ciudadanos hacen del lugar.
“No todos lo utilizan bien y no tienen la educación, no tienen cultura ciudadana”, enfatizó.

Una hoja de ruta
Frente a este creciente panorama, la Alcaldía y la Policía Metropolitana de Barranquilla (Mebar) han priorizado 35 parques para la implementación de una nueva estrategia para prevenir la conflictividad juvenil. A través de esta hoja de ruta se busca dinamizar los procesos de renovación de espacios públicos y garantizar la seguridad.
Lea también: Autoridades despliegan controles contra el tráfico de fauna silvestre
De acuerdo con la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, para la implementación de este plan se han dispuesto de 245 uniformados que estarán prestando vigilancia en dichos espacios de las cinco localidades, en los horarios de mayor concentración de visitantes.
Asimismo, las patrullas de los cuadrantes desarrollarán rondas de forma periódica y también se adelantarán actividades de prevención para así fortalecer la sana convivencia.
En ese sentido, la comunidad tendrá un papel preponderante dentro de la estrategia. Una de las acciones corresponde a la designación de un “padrino” por cada parque, lo que se hará en conjunto con las Juntas de Acción Comunal y otras organizaciones locales.
Es de anotar que, en dichos espacios de recreación y esparcimiento, la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana llevará a cabo actividades preventivas que fomenten una convivencia sana y tolerante entre los ciudadanos.
De acuerdo con el Alejandro Char, estos parques –que han sido recuperados por la administración distrital– se deben visualizar como símbolos de unión familiar.
“Estos espacios deben mantenerse protegidos y priorizados dentro de las estrategias de seguridad, fomentando el trabajo conjunto con la comunidad, las autoridades y el Distrito”, enfatizó el mandatario distrital.
Además, subrayó que el mantenimiento, cuidado e iluminación de los parques es una prioridad para la administración distrital, destacando que estos esfuerzos se financian con la inversión de los impuestos ciudadanos.
Tres microterritorios
Otra de las líneas de trabajo es liderada por la Dirección de Gestión de Convivencia y Prevención, que ha puesto en marcha una intervención dirigida a grupos de jóvenes en zonas focalizadas, donde se identifican altos índices de confrontación.
En esos puntos se hará un acompañamiento psicosocial y se brindará apoyo a las familias, así como el fortalecimiento de la red comunal y resolución de conflictos: “El componente más importante de la estrategia es la resolución de conflictos, pues busca abordar las dificultades y diferencias entre los grupos antes de que escalen a confrontaciones”.
Además, la planificación conjunta entre el Distrito y la Policía Metropolitana contempla la creación de tres microterritorios en áreas clave de la ciudad, donde se han identificado grupos juveniles en conflicto. En estos microterritorios se incrementará la vigilancia policial y se desplegarán diversas ofertas institucionales.
El primer microterritorio abarca la avenida Circunvalar, a la altura de Las Cayenas, extendiéndose a un kilómetro y medio a la redonda. En esta zona se implementarán dos CAI móviles, dos motocicletas y dos uniformados a pie.
El segundo microterritorio se encuentra en la avenida Murillo, entre las carreras 1 y 4, con una zona de influencia de poco más de un kilómetro. En este sector se dispondrán un CAI móvil, una moto y dos uniformados a pie.
Es de anotar que este dispositivo será apoyado por las patrullas de los cuadrantes que corresponden a cada sector, pero también habrá personal de Enlace Comunitario de la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana de la Alcaldía.