Un complejo panorama rodea a la ESE Universitaria del Atlántico (ESE UNA). Retrasos en el pago de salarios, una gestión financiera ineficiente, demoras en la atención de los usuarios y posibles irregularidades en la contratación de servicios son algunos de las anomalías que se encuentran en la lupa de las autoridades nacionales.
Durante la semana, una delegación de la Superintendencia Nacional de Salud llegó –de manera sorpresiva– a una de las sedes de la entidad para adelantar una auditoría financiera y administrativa, así como revisar los avances en el plan de mejoras que se implementó desde 2023.
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Dicha auditoría se sumó a una protesta adelantada por varios trabajadores de la sede mental debido a que les adeudaban salarios desde hace tres meses. Un hecho que aumentó las alertas desde distintos sectores alrededor de la viabilidad de este modelo de salud.
De acuerdo con la información conocida por EL HERALDO, los pasivos de la entidad superan los $120 mil millones, lo que revive el fantasma de la crisis que llevó a la liquidación de los hospitales Universitario Cari –conformado por las sedes de alta complejidad y mental–, de Sabanalarga, Niño Jesús y Juan Domínguez Romero de Soledad.
Cabe recordar que, en octubre de 2021, la Asamblea del Atlántico dio el aval a la Gobernación para la creación de esta entidad ante las dificultades fiscales de los mencionados centros asistenciales, que ascendían a $200 mil millones.
De esta manera, la administración departamental avanzó en la normalización de los pagos a trabajadores, acreedores y proveedores. Posteriormente se adelantó la unificación de los equipos administrativos, para así establecer una gerencia y cuatro coordinaciones.
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En ese proceso, hubo una transformación de la vocación de los distintos centros hospitalarios. El Niño Jesús se convirtió en un hospital con vocación pediátrica, mientras que los servicios del Cari iban a ser fortalecidos con la especialidad materno-infantil, además de uci y especialidades en neurocirugía y cirugía, entre otras.
En Soledad, por su parte, se fortaleció la prestación de los servicios con la habilitación de una nueva sede. De acuerdo con las autoridades de ese momento, dicho plan contempló inversiones por el orden de $20 mil millones para mejorar la infraestructura existente.
La génesis de la crisis
Para el diputado Harry Canedo, la crisis que atraviesa la ESE UNA se remonta al momento de su constitución: “Fue mal diseñada. Es un tema que nació fracasado y que seguirá totalmente inoperante”.
El asambleísta del Partido de La U aseguró que “cuando tú vas a montar un negocio, sea el que sea, tú tienes que tener unos activos y unos activos líquidos, es decir, dinero. La ESE UNA la crearon con unos activos de bienes inmuebles y no tenían un solo peso para eso. Por eso es una entidad que nació muerta”.
Canedo añadió que, ante el panorama actual, sería “sumamente complicado” avanzar en un proceso de liquidación ante las altas deudas que arrastra el centro asistencial.
“Cuando se creó la ESE UNA se habló que iba a ser una entidad nueva. Sin embargo, revisando se ha podido establecer que heredó deudas pendientes por más de $70 mil millones. Es decir, se necesitan $190 mil millones para sanear al sistema de salud del departamento”, expuso.
Por su parte, la diputada Alejandra Moreno indicó que resulta extraño que no se adelanten las inversiones pertinentes para dar cumplimiento al plan de mejoramiento, teniendo en cuenta que desde el Gobierno nacional se han venido adelantando pagos a la entidad.
“En la plataforma de Adres está registrado que se han girado más de $63 mil millones. Es muy raro que a pesar de que el Gobierno nacional está al día y que giró el dinero, todavía continúa en esa misma crisis”, sostuvo la asambleísta del Pacto Histórico.
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Recalcó que el modelo se encuentra mal diseñado y así lo demuestran los contratos suscritos con proveedores para la prestación de servicios, siendo los que se llevan el mayor ingreso.
“Es algo llamativo, que se debería revisar con la Contraloría y la Superintendencia de Salud. Hay algunos proveedores que tienen un tipo de contrato en el cual el 70 % o el 80 % de las ganancias se las llevan ellos y el restante ingresa a la red hospitalaria sumado a las deudas que ya se mantienen en el departamento, o sea que iniciaron cuando estaban separados”, apuntó.
Recalcó la solicitud para que se proceda a una intervención de la entidad, debido a que se requiere una ruta de acompañamiento para evitar el cierre de servicios.
Los contratos suscritos
Esta casa editorial pudo conocer que la ESE UNA suscribió cinco contratos para la prestación de una serie de servicios de salud, los cuales superan el billón de pesos y que tienen vigencia hasta el año 2037. Dichos contratos fueron firmados entre el 6 y 29 de diciembre de 2022, de acuerdo con la información consignada en las plataformas de contratación estatal.
El primero corresponde a los servicios en las unidades de cuidados intensivos, intermedios y básicos pediátricos y neonatal, por un total de $354 mil millones. El contratista corresponde a la Unión Temporal UCI Pediátrica y Neonatal del Atlántico, la cual se encuentra conformada por Gyo medical IPS y Zoquint.
La operación de servicios farmacéuticos en las distintas sedes de ESE UNA la adelanta la Unión Temporal Servicios Farmacéuticos del S&D, que se encuentra integrada por las firmas Suministro y Dotaciones Colombia y Dacapharma. El contrato fue suscrito por un total de $241 mil millones.
El contrato para la prestación del servicio de laboratorio clínico en las distintas sedes del centro hospitalario, que asciende a $85.563 millones, fue suscrito con la Unión Temporal ESE UNA Atlántico, en la cual se encuentran las empresas Labnet 5 y MRO Resources.
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Asimismo, la alimentación en las sedes de la ESE UNA fue asignado al contratista Servicios de Alimentación N.P. por $173 mil millones, mientras que las imágenes diagnosticas son brindadas por la Unión Temporal Sociedad Ayudas Diagnosticas del Atlántico (integrada por las empresas Suministro y Dotacions Colombia y Sociedad Ayudas Diagnosticas), por $303 mil millones.
Una nueva estrategia
Desde agosto del año anterior, la junta directiva de la ESE UNA aprobó una estrategia para mejorar la oferta de servicios, las contrataciones, el cobro y la recuperación de cartera.
De esta manera se ha apuntado a la articulación con los hospitales públicos municipales y con los 60 puestos de salud en los corregimientos para fortalecer la comercialización de su oferta de ser-vicios y productos de salud.
De esta manera, de acuerdo con la junta directiva, se promueve y facilita la atención oportuna, eficiente y eficaz, así como su trabajo en red de referencia y contrarreferencia de la baja hacia la alta complejidad, de forma complementaria, teniendo como primera opción a la red pública del territorio.
El viacrucis de empleados
Napoleón Mugno, presidente del sindicato presidente de la Asociación Nacional de Trabajadores de Hospitales, Clínicas y Consultorios (Anthoc) en Barranquilla, aseguró que la situación financiera de la ESE UNA ha empezado a hacer mella en la contratación del personal.
“La situación es muy compleja, porque la parte financiera de la institución está bastante afectada, bastante crítica. Todavía hay personal de asistencia que está pendiente también, esperamos a ver quién nos tiende la mano. Ellos comenzaron bien, como dicen por ahí, escoba nueva barre bien, pero la cuestión se ha apretado bastante”, lamentó.
Eduardo Anguila, auxiliar de enfermería, anotó que “los trabajadores por OPS padecemos todos los meses por los pagos”.
Dubaris Acendra, exempleada del hospital Juan Domínguez Romero, aseguró a este medio que debió dejar su puesto de trabajo debido a la falta de pagos, lo que ponía en vilo el sustento de su hogar.
“Yo estaba trabajando allá y porque no me pagaron, me tuve que retirar, se me hacía demasiado difícil conseguir los pasajes y esas cuestiones, entonces me retiré el 3 de enero, no me pagaban desde septiembre y no tengo salud tampoco porque no pude pagar más mi planilla”, relató.
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A pesar de esta situación, algunos usuarios consultados han señalado que hasta ahora la atención ha sido pertinente.
“Tengo mi abuelo interno hace cinco días y la atención hasta ahora ha sido buena, no ha faltado nada”, manifestó el ciudadano Diego De la Hoz.
Reafirmamos el compromiso para superar la coyuntura: gerente
El gerente de la ESE UNA, Pablo De la Cruz, reconoció –a través de un comunicado de prensa– las dificultades financieras por la cual atraviesa la entidad.
“Entendemos la situación desafiante que atraviesa el país, en particular en el sistema de salud, y reafirmamos nuestro compromiso en superar esta coyuntura”, se lee en el documento.
Además, sostuvo que gran parte de la situación actual la encontró cuando asumió el manejo de la institución.
“Al asumir la administración el 16 de abril de 2024, encontramos a la entidad enfrentando una crisis financiera significativa, con pasivos que rondaban los $70.000 millones. Frente a esta realidad, tomamos un compromiso firme: trabajar con dedicación para restaurar la salud financiera de la red hospitalaria del Atlántico”, añadió.
Por su parte, De la Cruz sostuvo que ha venido cumpliendo con los compromisos económicos: “A la fecha, hemos subsanado el 50% de los pagos pendientes a nuestros trabajadores correspondientes al mes de diciembre”.
Sobre la auditoría sorpresa por la Supersalud, manifestó que están pendiente del resultado.
“En este proceso, hemos recibido la visita de la Superintendencia de Salud, cuyo equipo de auditores se encuentra en nuestras instalaciones debido a un compromiso pendiente de la administración anterior. Esta visita forma parte del seguimiento a los hallazgos que se hicieron en ese momento y su propósito es garantizar que se subsanen adecuadamente”, puntualizó De la Cruz.