Décadas atrás, la calle 72 era una parada obligatoria para propios y visitantes. Este era el lugar predilecto para hacer compras, visitar establecimientos nocturnos, degustar de la buena comida o simplemente ser testigo de las victorias del Junior en el estadio Municipal.
Aunque muchos jóvenes desconocen la importancia que este corredor vial ha tenido para el desarrollo de la ciudad, en la retina de los mayores están vigentes las épocas de esplendor y dinamismo económico aun cuando no existían los centros comerciales que acaparan toda la atención.
El sonido de los comercios atendiendo a decenas de visitantes, los almacenes de tela –que eran muy apetecidos por la moda de antaño–, los juegos de fútbol o baloncesto y la movilización que los barranquilleros de todas las localidades hacían hacía esta calle es lo que más recuerda la ciudadana María González de la época dorada de la calle 72, la cual era llamada la avenida John F. Kennedy.
“El sol era brillante en ese entonces. Era una sana competencia porque todos los comercios y restaurantes vendían, los restaurantes estaban llenos, el Ley y el Vivero eran el boom del momento y era un espacio que nunca se detenía porque a cualquier hora tenía actividad”, dijo la residente del sector, quien además recordó, con gran melancolía, su infancia en aquellos días.
Luis Reyes ha sido comerciante de artesanías durante aproximadamente 20 años. Antes tenía su negocio en la calle, donde enfrentaba dificultades como el sol y la lluvia. No titubeó al decir que la calle 72 era un “espacio de oro” para muchos pequeños emprendedores, debido al constante movimiento de la zona.
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“La Galería de la 72 es una bendición. Recuerdo que la calle 72 era un centro comercial popular antes de la llegada de otros centros comerciales y que como artesanos y toda la cultura que enmarca nuestro oficio atraemos a clientes internacionales de varios países”, dijo con emoción.
Yuni Sánchez es asesora de un local comercial de la zona y recordó que anteriormente la calle 72 era donde había más almacenes y también contaba con un parqueadero concurrido.
Comentó, además, que la zona ha cambiado, especialmente con la llegada del mundo moderno. Sin embargo, nota que la 72 sigue vibrante, sobre todo durante el Carnaval, atrayendo a muchos turistas, lo que mantiene vivo el espíritu festivo en esa época.
La historia en pocas líneas
El historiador Elkin Núñez, del Archivo Histórico del Atlántico, comentó que la calle 72 tiene su origen en la planificación urbana del barrio El Prado, en los años 1920, donde se diseñaron lotes y se demarcaron calles.
Asimismo, señaló que a medida que el barrio crecía, la calle 72 se convirtió en una de las principales arterias de la ciudad, ayudando al desarrollo comercial y social de la región. Su importancia se vio reforzada con la construcción del Hotel El Prado y de diversas urbanizaciones cercanas.
Recordó que a partir de 1934, Barranquilla –al ser sede de las Olimpiadas Nacionales– mejoró su infraestructura, lo que consolidó la calle como un centro comercial y de recreación, atrayendo a los barranquilleros para realizar sus compras y disfrutar de espacios como el Parque Tomás Suri Salcedo.
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“Este parque impulsó la construcción de centros comerciales, restaurantes y otras atracciones, haciendo de la zona un lugar popular. Con la ampliación de la calle a carriles dobles, también se introdujeron avisos de luz mercurial, que se volvieron emblemáticos, incluyendo un famoso letrero de una foca gigante”, aseveró.
Núñez mencionó que esta arteria vial fue un importante centro comercial y recreativo hasta que comenzó a perder relevancia debido a la aparición de nuevas áreas comerciales en la ciudad. Este declive se acentuó cuando los almacenes de cadena establecieron sucursales en otros puntos, debilitando el flujo en la 72.
“A pesar de intentos de renovación urbana, como la conexión con la vía 40 entre 2017 y 2019, la arteria aún sufrió”, expresó el historiador.
Agregó, que el estadio Romelio Martínez, inicialmente diseñado como un espacio multifuncional para diversas disciplinas, fue construido para las olimpiadas nacionales y se enfocó en el fútbol después de su finalización. Originalmente se llamaba Estadio Municipal, pero tras la trágica muerte de un jugador en 1948, se le cambió el nombre en honor a Romelio Martínez.
Núñez reveló que por supuesto, siendo Barranquilla una ciudad tan amante a su Carnaval, la calle 72 también fue testigo de diferentes desfiles que llegaron hasta este lugar gracias a su diseño amplio, lo que permitía disfrutar del evento sin restricciones.
“Para esa época de la década de los 70 ya tenía doble carril y boulevard esta calle fue habilitada para la Batalla de Flores, cuándo se manda el Carnaval a la calle, una de las anécdotas de esas y una de las primeras Batallas de Flores fundamentadas con orden y carroza”, rememoró el historiador.
Destacó el impacto del Junior en la comunidad barranquillera y en cómo el equipo se convirtió en un símbolo del pueblo durante las décadas de 1960 y 1970, lo que fortaleció la economía local y provocó un auge en el comercio en la zona del estadio.
Más recuerdos
El arquitecto Ignacio Consuegra recordó como de niño visitaba con su padre la calle 72 en Barranquilla, la cual se convirtió en un referente emblemático de la ciudad, representando su transformación de una urbe colonial a una cosmopolita, especialmente tras la llegada de inmigrantes europeos entre finales del siglo XIX y principios del XX.
“Esta arteria, antes conocida como John F. Kennedy, destaca por su trazado urbanístico y su rol en la comunicación y el comercio de la ciudad. Históricamente, la calle 72 se convirtió en un centro comercial importante, desplazando al Paseo Bolívar y Murillo en relevancia”, verbalizó Consuegra.
También reconoció que el lugar alberga recuerdos de importantes encuentros culturales, como los de intelectuales en el famoso Chop Suey, donde artistas reconocidos como Celia Cruz también se presentaron.
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“La calle 72 ha mantenido su importancia. Recientemente, se han realizado esfuerzos para revitalizar el área y mejorar la experiencia de los visitantes”, declaró.
Reflexionó, además, sobre el estado actual de la 72 y la necesidad de su revitalización. Destacó el problema del urbanismo descontrolado, la falta de espacio público y la ocupación indebida de andenes por negocios. Abogó también por un plan urbano que devuelva el esplendor de la zona, con un enfoque en la arborización y la creación de espacios agradables para la comunidad.
Adjudican el proceso de invertervención al Consorcio Urbano LP
Para devolverle el brillo y esplendor a la calle 72, la Alcaldía de Barranquilla se puso en marcha un proceso para adelantar una intervención integral en este corredor vial. Dicha licitación fue adjudicada recientemente al Consorcio Urbano LP, cuyo representante legal es Andrés Felipe López y se encuentra conformado por la firma Lopeca S.A.S. y el Grupo Proyectos y Desarrollo S.A.S.
Dicho contrato contempla una inversión por $20.849 millones, de acuerdo con lo establecido en la resolución de adjudicación que fue expedida por la Secretaría General del Distrito.
De acuerdo con el alcalde Alejandro Char, los trabajos se adelantarán desde la carrera 38 hasta la Vía 40. Es de anotar que se recibieron 25 propuestas de más de 60 firmas constructoras interesadas en participar en el proyecto.
De acuerdo con el anexo técnico que fue colgado en la convocatoria de Secop, una de las actividades a ejecutar corresponde a la ejecución de obras de construcción o reconstrucción del pavimento en una longitud aproximada de 2.5 kilómetros.
Además, se adelantará la construcción o recuperación de andenes con criterios de accesibilidad universal, dándole cumplimiento a la normatividad vigente con relación a la movilidad segura y accesible para el peatón. Esto incluye la instalación de rampas y guías táctiles, entre otros elementos necesarios para personas con discapacidad.
En temas de urbanismo, por su parte, se definió la ejecución de cerca de 3 mil metros cuadrados de parqueaderos longitudinales, los cuales se localizarán de forma estratégica en el corredor vial para mejorar la disponibilidad de espacios de parqueo. Se avanzará en el desarrollo de las obras necesarias para la subterranización de las redes de baja tensión, la instalación de un sistema de iluminación moderno, entre otros aspectos.