En un “verdadero dolor de cabeza” se ha convertido el tener que utilizar el corredor universitario para decenas de estudiantes, trabajadores y la comunidad de la zona debido a los retrasos que han tenido las obras que se ejecutan en la Gran Vía.
La movilidad, sobre todo en horas pico, es casi que una odisea para los actores viales que deciden metérsele al trancón con tal de llegar a sus destinos o los mismos habitantes que van hacia el sector de Villa Campestre con rumbo a reunirse con sus familias.
Al represamiento vehicular se le suma el hecho de que, debido a que hay máquinas trabajando, el polvo es el “pan de cada día”, lo cual afecta la salud de todos los transeúntes.
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Cabe mencionar que el proyecto de la Gran Vía consta de dos unidades funcionales: la primera que va hasta la Universidad del Norte y que está a cargo del equipo de la Gobernación del Atlántico –con el apoyo del Invías– y la segunda que va desde el sector de Le Chams, la cual está a cargo de Edubar.
Asimismo, hay que precisar que la Unidad Funcional 1 ha reprogramado su entrega total en varias ocasiones.
EL HERALDO ha hecho un minucioso seguimiento a estas importantes obras y ha logrado observar que el punto que más retrasos ha generado es el sector del Centro Comercial Le Champ, en el cual en varias ocasiones se detuvieron las obras e incluso fue retirada la maquinaria.
El conductor José Rincón expresó su preocupación por la demora en estas obras, señalando el impacto negativo que generan en los residentes y el tráfico en horas pico. Se quejó, además, de la falta de trabajo consistente en el lugar y la falta de coordinación entre las empresas de servicios, lo que ha contribuido a los retrasos.
Mencionó que la situación es especialmente complicada debido a la alta población y la presencia de instituciones educativas del sector, las cuales han sufrido en mayor medida para movilizarse y cumplir con sus horarios.
“Día a día el traumatismo es enorme, no solamente para las personas que trabajamos en el sector, los residentes, y cuando hay actividad educativa también es bastante complejo. Veíamos que actualmente la zona de Le Champ estaba totalmente paralizada, no había ningún tipo de maquinaria, y eso siempre ha generado retrasos. A la vista no ha habido una logística clara”, dijo Ríncón.
Por su parte, el estudiante de Medicina de una universidad del corredor universitario, Iván Bolívar, sostuvo que el llegar a cumplir con su horario de clases se ha convertido en una “tarea imposible” debido a que el transporte público es el que más sufre e incluso debe tomar rutas alternas.
En particular, mencionó que esto es un problema para él, que tiene clases a horas tempranas y necesita llegar a tiempo a sus rotaciones clínicas. “Ya llevan mucho tiempo en la construcción de las obras. Creo que en cierta parte se han demorado en algunos lugares y en otros han avanzado muy rápido. Somos estudiantes que, por ejemplo, tenemos clases desde las 6 o 7 de la mañana y al tomar el bus, así sea lo más temprano posible, no vamos a llegar a tiempo”.
El habitante del sector, Fidel Facete, habló sobre su experiencia como residente y conductor, mencionando que las obras en curso han causado retrasos y problemas de congestión durante más de dos años.
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Expresó también su frustración por la transformación que ha sufrido el parqueadero del Centro Comercial Le Champ, el cual se ha convertido en la calle, lo que dificulta el tránsito peatonal y vehicular. Su llamado es a que las autoridades sean más ágiles en la finalización de las obras.
“No hay más por donde pasar. No, eso es algo que es inaudito y se debe de decir porque todo el mundo necesita su espacio, inclusive los transeúntes. Hoy en día no puede uno caminar bien porque hay un carro por delante, otro carro por detrás. Y entonces, se dificulta mucho la situación. Yo tengo carro y si vengo a hacer alguna vuelta, prefiero estacionarlo y caminar para evitarme molestias y por seguridad”, agregó Facete.
Entre tanto, el conductor de bus urbano, Luis López, expresó su frustración por la demora en la movilidad cada vez que debe atravesar el corredor universitario debido a las obras en el sector. Aseguró que en horas pico, el tráfico puede demorar hasta 45 minutos, lo que afecta a estudiantes y usuarios, que llegan tarde a clases y deben ser dejados lejos de sus destinos por la congestión.
“Las obras están bien y no son el problema, sino que hay mucha demora y eso nos perjudica tanto a nosotros los conductores de transporte público como a los usuarios. En horas pico nos podemos tardar hasta una hora metidos en el tráfico. Muchas rutas de buses han tenido que desviarse y a veces toca dejar a los estudiantes más lejos”, aseveró López.
¿En qué van las obras?
El subsecretario de Vías del Atlántico, Mario Segura, informó sobre el avance de las obras de la Gran Vía, destacando que la Unidad Funcional 1 (UF1) está casi completa, con un 99 % de avance, y que se inaugurará a finales del mes de diciembre.
“Estamos tomando ya unos últimos detalles en puentes y cosas, pero ya la UF1 está, básicamente, lista. Entonces, ya la comunidad podrá disfrutar en un 100 % de esta vía”, señaló Segura.
Sostuvo, además, que la Unidad Funcional 2 (UF2), en la que se está trabajando, tiene un 55 % de avance y se espera que finalice en junio de 2025.
“Yo creo que ya la otra semana está, para el uso de la gente, se abrirá la conectante que va desde la Vía del Mar hasta Le Champ. Nos encontramos trabajando en el deprimido de Le Champ también, que ya estamos en obras de muros, que es como lo más complicado”, añadió.
El funcionario contó que la obra ha tardado un mayor tiempo del esperado en la UF2 debido a problemas con el tema de compra predial y dificultades técnicas, pero han sido superados y se avanzará con los muros anclados del deprimido de Le Champ.
“Hay que darle un parte de tranquilidad a la comunidad en el sentido de que ya superamos las dificultades técnicas que tuvimos con el deprimido, y ya vamos a iniciar lo más complejo, que son los muros anclados. Ya se están terminando los muros en voladizo, y ahora vamos a entrar con los muros anclados, que son como el cuerpo del deprimido. Entonces no es que las máquinas hubieran estado dañadas como tal, sino que los equipos necesarios para realizar los muros anclados los estábamos moviendo, ya que son equipos especializados”, explicó.
Resaltó que los inconvenientes de la comunidad se deben a retrasos y a situaciones que se presentan en la movilidad en la zona, pero afirmó que ya se está trabajando en planes de manejo de tráfico.
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“El tema predial ha sido bastante complejo en la zona, pero ya también es algo que hemos sorteado y que ya básicamente está en un 100 %. Por otro lado, hubo un tema ya a nivel de ingeniería, por un tema de los suelos, que ya también junto con el equipo técnico y Edubar ya también resolvimos. Y ya tenemos todo listo para poder finalizar con éxito esta obra y este punto, que es como lo más neurálgico de este tramo”, manifestó Segura.
Pidió, además, paciencia a los usuarios, ya que estas son obras de gran magnitud.
Pidió, además, paciencia a los usuarios, ya que estas son obras de gran magnitud, y remarcó que desde la administración departamental entienden las molestias que puede estar causando la construcción de esta obra, pero que al ser finalizada se acabarán los problemas de movilidad que durante años han afectado este importante corredor que comunica a la capital del Atlántico y al municipio de Puerto Colombia.
Estas son las características que tendrá la Gran Vía
El proyecto que lidera la Gobernación del Atlántico conocido como la Gran Vía cuenta con la Unidad Funcional 1, entre el puente de la carrera 51B con Circunvalar hasta la Universidad del Norte, correspondiente a 1.2 kilómetros, mientras que la Unidad Funcional 2, va desde el Club Campestre hasta la sede norte de la Universidad del Atlántico, estimada en unos 2.3 kilómetros.
La vía que contará con tres carriles para vehículos en sus calzadas norte y sur, ha tenido un grado de complejidad considerable. Solo para construir el deprimido de la Universidad del Norte fue necesario excavar lo equivalente a un edificio de ocho pisos, es decir, unos 45 mil metros cúbicos de material, y diseñar un sistema de drenaje con bombeo para evitar que se inunde, como le ha ocurrido a obras similares.
La obra también contempla dos puentes peatonales, uno frente al colegio Sagrado Corazón y el otro en las afueras de la Universidad Libre, así como un segundo deprimido a la altura del centro comercial Le Champ.
La Gobernación del Atlántico aseguró que los contratistas a cargo de estas obras avanzan con celeridad para la entrega total y en óptimas condiciones de este importante corredor, el cual será una vía rápida.