La presencia de la segunda temporada invernal en el Atlántico, además de ocasionar inundaciones, deslizamientos y desbordamientos por los cuerpos de agua, también es una 'amenaza' para la comunidad por el 'incremento significativo' de enfermedades como gripa, faringitis, neumonía, asma, así como el dengue, el zika y el chikungunya.