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La seguridad alimentaria de las poblaciones ribereñas del Atlántico está bajo amenaza. La presencia de microplásticos en las aguas del Dique y el Magdalena está afectando en gran medida la variedad de peces que subyacen en estos importantes afluentes y con ello pone en 'riesgo' la subsistencia y actividad comercial de estas comunidades con la pesca.

A esta conclusión llegaron varios expertos en medio del Congreso de Ictiología, realizado en la Universidad del Atlántico. En este espacio, los investigadores y la academia expresaron su preocupación por la contaminación que se registra en gran parte de los cuerpos de agua, especialmente en el sur del departamento.

Dentro de lo debatido en el encuentro se afirmó que existen evidencias científicas de la afectación por microplásticos ya ingeridos por peces de importancia comercial para el consumo humano. Esta problemática, afirmaron, no es propia de un solo ambiente, sino que se extiende a todos los ecosistemas acuáticos del país.

'La presencia de microplásticos ahora está diseminada en todas las aguas que hacen parte del paisaje colombiano', señaló Carlos Donascimiento, profesor del Instituto de Biología de la Universidad de Antioquia y actual presidente de la Asociación Colombiana de Ictiólogos (Asictios).