Tras 15 días sin ataques contra los conductores de las empresas de transporte urbano de Barranquilla y su área metropolitana, este martes en la madrugada se reportó un incidente entre un motorizado y un conductor.
Debido a esta situación, un grupo de conductores de la empresa Coolitoral tomó la decisión de volver a suspender sus operaciones. Por esa razón, algunas de las rutas de la empresa no operaron con la misma frecuencia de días anteriores.
En medio de este panorama, las familias de los conductores llegaron hasta la nevada de la compañía para respaldar la decisión de no salir hasta tanto no se tengan garantías para poder ejercer su labor.
Kelly Villarreal, pareja de uno de los conductores, en diálogo con EL HERALDO, aseguró que le comentó a su esposo que no trabajara más, pues la vida de ellos está en peligro.
'Ya mataron a dos, y la empresa tiene que solucionar, debe resolver esta situación. Tenemos miedo que salgan a trabajar y no regresen a nuestros hogares', sentenció.