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Por Jesús Rueda y Ezequiel Pretel

Era un 16 de julio de 1251 cuando la figura de Virgen del Carmen se le apareció al carmelita San Simon Stock, quien recibió de esta el primer escapulario, bajo la promesa de que todo aquel que lo usara recibiría su protección, ayuda en sus necesidades y la liberación de las penas del purgatorio.

Según este relato de literatura cristiana, este evento es el origen de las fiestas que se celebran para estas fechas y que en nuestra región cobran un valor singular, pues posee infinitos elementos, figuras e historias en torno a la ‘Estrella del Mar’.

La promesa brindada hace más de 700 años a Stock reposa aún en los corazones de todos los devotos de la Virgen del Carmen y por esto es una de las fechas más esperadas por los católicos, quienes en su honor le rinden tributo a través de procesiones, peregrinaciones y ofrendas que demuestran su devoción por dicha divinidad.