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La artrosis, deficiencia venosa, deficiencia renal, deficiencia vascular, deficiencia cardíaca, obesidad mórbida, escaras, diabetes, entre otras patologías, mantienen postrada en una silla y en busca de una autorización de su EPS para que le apliquen un procedimiento de muerte asistida a Fabiola Inés Betancourt Hinestroza, de 70 años, oriunda de Medellín, pero residente en el Caribe desde hace 30 años.

La mujer aseguró que llegó al Atlántico de visita y se quedó luego de descubrir la cultura del Carnaval de Barranquilla.

En una humilde vivienda de escasos metros cuadrados en el barrio Villa Sol, del municipio Soledad, Fabiola permanece sentada al lado de su caminador con una inmensa tristeza en su rostro por el deplorable cuadro de salud que afronta a diario y no tener una familia que se haga cargo de ella.

El desalentador cuadro de afecciones de Betancourt Hinestroza al sufrir 6 enfermedades, de esas 3 terminales y la falta de ayuda por parte de las autoridades de salud de esta región la han llevado a solicitarle a su EPS Mutualser que le sea aplicada la eutanasia porque su estado de salud cada vez 'empeora'.

'Desde hace más de un año tomé la decisión y vengo solicitando la eutanasia porque estoy muy mal. Tengo un año buscando ayuda pero no ha pasado nada', manifestó la mujer a EL HERALDO, en medio de lágrimas.

Fabiola Inés relató que en el transcurso de estos años ha estado 'sola', la única persona que se ha apiadado de ella ha sido Luz Marina González, una ex compañera de trabajo del Paseo Bolívar que se ofreció a darle posada debido a la severa condición que presenta y quien además se ha convertido en su cuidadora.