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A pesar de los esfuerzos que adelanta la empresa Triple A para minimizar los problemas con el agua potable en Barranquilla y su área metropolitana, los usuarios siguen reportando afectaciones por las deficiencias en la calidad del líquido.

A través de la línea de Wasapea a EL HERALDO, habitantes de la calle 66 #15B-16, en el barrio Villa Estadio, de Soledad, se quejaron porque desde hace un mes el agua les está llegando de color amarillo, con mal olor y sabor.

Roberto Páez, habitante del sector, manifestó que ante la problemática optó por hacer un filtro manual con tapabocas. El resultado fue alarmante. 'Yo eso lo cambio cada 24 horas y queda negro. Inicialmente salía marrón, pero ahora está peor. Aquí en la casa el aspecto y el sabor siguen igual', dijo Páez.

Él al igual que sus vecinos tuvo que comenzar a comprar agua en botellas para consumir; sin embargo, dejó de hacerlo ya que esto representa mayores gastos. 'Una paca de botellas de agua pequeña cuesta 8.000 y no dura nada, entonces gastar eso todos los días y aparte tener que pagar el recibo no es justo'.

Doris Ortega sí ha vivido las consecuencias del mal estado del agua en carne propia por los daños que esta ha causado a su salud. La mujer y parte de su núcleo familiar sufrieron gastroenteritis tras consumir el líquido sin conocer su estado.

En la misma cuadra parte de la economía de Lidia Sarmiento se está viendo afectada por la situación. Ella es pensionada de la Policía, pero desde hace muchos años vende hielo. Por el color y sabor del líquido ha tenido que dejar la comercialización del producto.

'No voy a poner una bolsa de hielo con el agua amarilla; a nosotros nos ha tocado hervirla porque sale demasiado mala, no sirve ni para bañarse. Eso enferma el estómago, a mí me dio diarrea dos días'.