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Tomarse una fotografía entre los girasoles, conocer más acerca de esta planta cultivada como alimenticia, oleaginosa y ornamental se ha convertido en el mayor atractivo turístico para los atlanticenses en las últimas semanas.

Y todos los ciudadanos, incluyendo visitantes de otras zonas de la Región Caribe, tendrán la oportunidad de continuar disfrutando de estas esplendorosas flores gracias a la ‘Ruta del girasol’, una estrategia de la Gobernación del Atlántico para apoyar la reactivación económica.

El programa tomó fuerza tras los resultados obtenidos en el corregimiento de Pendales (Luruaco), donde asistieron más de 5 mil personas para visitar los cultivos. Esta actividad estuvo acompañada de actividades relacionadas con la tradición y la cultura de esta comunidad.

El plan se repitió, posteriormente, en el corregimiento de Pital de Megua, en Baranoa. Los visitantes no solo disfrutaban de los cultivos de girasol, sino de la tradición gastronómica de este municipio del Atlántico. Otros de los atractivos que pueden encontrar los visitantes en la Finca Gira entre Soles, en Baranoa, son: paseos en caballo, senderismo y muestra musical.

El fin de semana, según cifras de la Gobernación, entraron a la finca unas 5 mil personas. 'Llegamos para conocer los cultivos, pero aprovechamos para disfrutar de un delicioso pastel y luego de un chicharrón. Fue un día para disfrutar en familia', dijo Rosalba Pérez, quien llegó acompañada de su esposo y su hijo.

Para el secretario de Desarrollo Económico, Miguel Vergara, la producción de girasoles tiene dos finalidades: por un lado, la producción de alimento, ya que la flor produce un grano que contiene valor nutricional elevado del 32 por ciento de proteínas, ácidos grasos, utilizado para el consumo humano y animal, y la fabricación de aceite de girasol. Por el otro, el agroturístico, el cual se inicia a los 45 días de sembrado y aparecen los botones florales, hasta el día 70 que empieza el proceso productivo del grano.

El propósito de esta estrategia, que está incluida en el programa ‘Semillas de Vida’, es una alternativa productiva de pequeña, mediana y gran escala en las comunidades rurales de esta región del país.