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La incertidumbre en las calles de Sabanalarga sigue latente y en aumento con el pasar de los días. Nerviosos y en vilo permanecen las personas que desde lejos observan con curiosidad la dinámica que desde el lunes, y hasta este jueves, llevan a cabo los creyentes que se reúnen en la congregación cristiana Berea, a la espera de la 'llegada del salvador'.

Lo que más preocupa a la comunidad sabanalarguera no son los ayunos prolongados ni 'la bajada de Cristo', sino que, cegados por el fanatismo, cometan algún acto que atente contra sus vidas, o peor aún, la de los niños.

EL HERALDO ha estado realizando seguimiento a esta situación que ha llamado la atención no solo de los atlanticenses, sino del resto del país, pues la postura que ha tomado el personal de esta iglesia ha sido de hermetismo total.

El pastor Gabriel Ferrer y su esposa, Yolanda Rodríguez, prohibieron a los seguidores de esta congregación dar cualquier tipo de declaración a los medios; sin embargo, uno de los seguidores de esta iglesia afirmó que cualquier acto que arremeta en contra su integridad física, 'iría en contra de sus principios religiosos'.

Pese a lo anterior, las autoridades del municipio están en alerta y desde la noche del miércoles desplegaron mecanismos de seguridad para estar al tanto de lo que pueda suceder este jueves.

Ante este panorama, la Policía Nacional viene patrullando la vivienda donde se encuentra la iglesia, evitando posibles alteraciones del orden público.

A partir de las 12 de la noche de este 28 de enero, termina el acto religioso que involucra a los ocho menores de edad.