Karla Pérez* llegó a Colombia el año pasado, a mediados de agosto, proveniente de Maracaibo (Venezuela) en 'búsqueda de una mejor calidad de vida' luego de que su novio se adelantara por tres meses y lograra un espacio en la casa de su tío en Bogotá.
Luego de conseguir su Permiso Especial de Permanencia (PEP) pudo conseguir un pequeño trabajo como gestor de redes sociales de un pequeño negocio en la capital, tras una búsqueda incansable por plataformas virtuales.
'Si yo hubiese tenido a una persona que me guiara, quizás habría sido más sencilla la búsqueda. No hay mucha claridad respecto a los procesos', señaló Pérez.
Precisamente, en aras de cerrar las brechas de inclusión laboral de la comunidad venezolana en Colombia, ocho instituciones nacionales e internacionales, encabezadas por el Ministerio del Trabajo, lanzaron una guía de orientación para la población migrante en búsqueda de un empleo.
'El objetivo de esta guía es fomentar la inclusión socioeconómica y cultural de la población venezolana', señaló Ana María Araujo, directora de movilidad y formación para el trabajo del Ministerio de Trabajo.
La guía
Según explicaron las instituciones, la guía 'es una herramienta para la población refugiada y migrante que se quiere vincular laboralmente, ya que orienta a los refugiados y migrantes en la búsqueda de un empleo formal, presenta las herramientas para fortalecer el perfil laboral y explica el proceso de selección'.
Además, en el documento se pueden conocer los derechos laborales, los tipos de contrato de trabajo y los documentos necesarios para vincularse a una empresa en Colombia.
La guía puede consultarse en la página web de Somos Panas, una ONG no gubernamental que apoya la inclusión de la comunidad venezolana.
Además del Ministerio de Trabajo, en ella también trabajaron la OIT, Unidad Administrativa Especial del Servicio Público de Empleo, el Sena, la Acnur, la caja de compensación Compensar, entre otras.
En la actualidad, según las cifras más recientes de Migración Colombia, hay 1.715.831 venezolanos, de los cuales el 39% se encuentra radicado en Bogotá, Cúcuta, Barranquilla, Medellín y Cali.
Vale la pena destacar que desde marzo, por efectos de la pandemia, más de 110 mil ciudadanos del país vecino han salido de Colombia. Al comienzo de la pandemia, en el territorio nacional hacían vida 1.825.000 ciudadanos venezolanos.
Apuesta por formación y empleo
La seccional Atlántico del Sena avanza en varias iniciativas para ofrecer programas de formación y empleo a la comunidad venezolana y los colombianos retornados y con ello promover el cierre de brechas laborales.
Según Jacqueline Rojas, directora de la seccional Atlántico, desde agosto de este año, la regional adelanta un trabajo de acceso a programas de formación por el aplicativo SOFIA Plus.
Por otro lado, durante el 2019, según registro nacional 1.441 migrantes certificaron sus competencias laborales en áreas como: acuicultura, agua potable y saneamiento básico, artes escénicas, artesanías y automatización.
En 2020, alrededor de 726 migrantes se han certificado en temas como: business process outsourcing-bpo-kto–ito, floricultura, gestión administrativa, minería y procesamiento de alimentos.
Mujeres, las más vulnerables
Un estudio de Cuso International, apoyado por el Gobierno de Canadá, advirtió que las migrantes venezolanas en Colombia viven una 'extrema precariedad laboral', ya que aunque trabajen más horas, obtienen casi la mitad de ingresos que sus pares colombianas y la calidad de sus empleos es notablemente inferior.
'La calidad del empleo de las mujeres venezolanas es más de un 50% inferior a la calidad del empleo de las mujeres colombianas, nivel de por sí ya precario', informó el estudio.
En promedio, una venezolana cuenta con un ingreso formal de $785 mil, cuando el de su par colombiana empleada formalmente es de $1.458.000.
'Dadas las circunstancias en que llegan las venezolanas sin recursos económicos y redes de apoyo, se enfrentan a mayores barreras para ingresar al mercado de trabajo', dijo Alejandro Matos, director de Cuso International.
