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Inundaciones, desbordamiento de arroyos, marejada, daños materiales y susto dejaron las lluvias del puente festivo en las playas de Santa Verónica, en Juan De Acosta, y Pradomar, en Puerto Colombia. Las autoridades anunciaron la instalación de mesas de trabajo para diseñar un plan que les dé solución a largo plazo a los habitantes.

Residentes de Santa Verónica relataron con tristeza el duro momento que vivieron la madrugada del martes cuando el fuerte aguacero –producto del coletazo del huracán Iota– generó el desbordamiento de arroyos.

Patricia Higgins, quien vive en Barranquilla, explicó que desde las 2:00 de la madrugada salió de su casa tras la angustiosa llamada de ayuda de sus padres, quienes se encontraban sufriendo la inundación de la cabaña donde viven en el municipio.

La mujer aseguró que todo pasó 'de un momento a otro' y que sus padres, de más de 70 años, no lograron rescatar las cosas del primer piso, solo hasta que algunos vecinos llegaron a ayudarlos; sin embargo, ya se habían mojado muchas cosas.

Aseguró que es la segunda vez que viven esta situación y que la primera vez fue en junio cuando el afluente se desbordó a causa de las basuras acumuladas.

Contó que las pérdidas fueron millonarias ya que el agua proveniente de los arroyos desbordados, que subió cerca de un metro y medio, dañó el sistema de los jacuzzi, los muebles de la casa, los enseres, electrodomésticos, dos vehículos que se encontraban parqueados en el jardín y la estructura de la casa también se vio afectada.

Por su parte, Ricardo Alba, copropietario de un restaurante de la zona que también se vio afectado, aseguró que la situación se vive a raíz de una obra vial, que se ejecutó sin tener en cuenta el cauce del arroyo.

'Las aguas del Sombrero Vueltiao y todas esas lomas de atrás nos las están lanzando a Santa Verónica y no tenemos capacidad para desalojar esas aguas, por eso nos inundamos', dijo.

Sobre este hecho, el alcalde de Juan de Acosta, Carlos Higgins, aseguró que desde la madrugada están atendiendo el llamado de varias personas que resultaron afectadas.

Señaló que muchos además de sufrir daños materiales se afectaron psicológicamente por la impresión de ver por un lado el arroyo inundar sus viviendas y por otro la amenaza de las fuertes olas del mar.

'Aquí se hace necesario hacer una intervención por el alto oleaje que se está presentando', dijo el mandatario municipal.

En el caso de la seguridad en las playas, indicó que la cerrarán de manera temporal mientras pasan las alertas por los fenómenos naturales.

Aseguró que el Comité de Riesgo, la Defensa Civil, el Cuerpo de Bomberos y demás entidades están haciendo un estudio detallado de las pérdidas ocasionadas para ayudar a las personas. 

Hizo un llamado a la calma por las dos ondas tropicales que se acercan. Recalcó que se debe asumir la situación con responsabilidad y acatar las medidas tomadas por las autoridades para no poner en riesgo las vidas.

En Puerto Colombia

Los propietarios de las casetas del sector de Pradomar amanecieron con el agua del mar en sus negocios, producto de la marejada que se presentó durante la madrugada.

María Caballero, una de las afectadas, aseguró que toda la noche se la pasó lloviendo y que las olas del mar estaban fuertes.

'Nosotros amanecimos con el agua en los pies, hay más de 15 negocios que están en esa situación y hay personas a las que el mar les tumbó los kioscos', dijo.

En esa misma situación se encuentran más personas que aseguraron sufrir daños en sus electrodomésticos y enseres, ya que la mayoría vive en las mismas casetas.

El secretario de Gobierno de Puerto Colombia, Leonel Morrón, indicó que en el municipio las afectaciones se han dado en varios sectores no solo por cuenta del mar, sino también por deslizamientos de tierra y el desbordamiento del arroyo León que afectó a una familia que fue reubicada por la Alcaldía.

Aseguró que han estado en comunicación con la Oficina de Gestión de Riesgo para hacer un inventario de los daños ocasionados y ver de qué forma pueden ayudar a las personas afectadas.

Recordó que las playas se mantendrán cerradas hasta nueva orden y pidió acatar la orden, ya que se genera el riesgo de la vida por el fuerte oleaje del mar.