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Las lluvias que se han venido presentando durante las últimas semanas en el departamento, que corresponden al fenómeno de La Niña, se intensificarán en el último trimestre del año, de acuerdo con el último boletín de alerta emitido este martes por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).

En la comunicación, el instituto informó que las precipitaciones para esta segunda temporada de lluvias, que comprende los meses de octubre, noviembre y diciembre, tendrán una intensidad por encima del promedio que normalmente se registra en esta época del año.

Las regiones Caribe, Andina y Pacifica serán las más afectadas por el fenómeno atmosférico y por el enfriamiento de la cuenca ecuatorial del océano Pacifico.

Lo anterior no significa que las lluvias se presenten todos los días durante los próximos meses, ya que –según explicó el meteorólogo y columnista de EL HERALDO Christian Euscátegui– ese tipo de fenómenos deja o trae consigo unos efectos que están asociados a más lluvias en relación con una condición media de la época.

Esto quiere decir que 'cuando hay una Niña se presentan excesos de lluvias que están sujetos a la intensidad del evento. La Niña en octubre y noviembre, que son meses lluviosos, puede ocasionar un incremento en la probabilidad de ocurrencia de eventos como deslizamientos, crecientes súbitas, inundaciones y vendavales, entre otros. Mientras que enero y febrero, siendo normalmente meses de escasas precipitaciones especialmente en zonas de la Costa Caribe, podrían tener algunos pocos días en donde –de forma atípica– podría llover', indicó el meteorólogo.

En términos científicos, el fenómeno de La Niña se desarrolla en el océano Pacífico tropical. La principal característica en términos oceánicos es el enfriamiento de sus aguas, puesto que en esa medida disminuye la temperatura superficial del mar a lo largo de la cuenca, situación que se ha venido presentando durante los últimos meses.

'Las temperaturas han estado por debajo de lo normal, y han superado los umbrales en todas las regiones que se analizan para establecer un patrón de fenómeno Niña, pues en cada una de ellas los valores de anomalía de temperatura superficial del mar ya se encuentran por debajo de -0.5°C, señalando dicho enfriamiento. Sumado a ello, el viento y otras variables atmosféricas han tomado valores correspondientes con el fenómeno', explicó Euscátegui.