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Las 1,6 hectáreas de mangle, ubicadas cerca al muelle de Puerto Colombia, están en riesgo por obras civiles y la contaminación humana, entre otros factores. Ante esta situación, un equipo de investigadores de la Universidad Simón Bolívar, que realizó un estudio sobre el tema, recomendó seis acciones para recuperar y conservar este ecosistema, considerado como vital para la biodiversidad de animales y plantas del sector.

En el estudio, los investigadores establecieron características, impactos, evolución A propósito de la celebración del Día Internacional de Conservación del Ecosistema de Manglares, los investigadores en el que se establecieron características, impactos y evolución del bosque localizado entre la playa y el malecón.

La investigación fue liderada por el biólogo Hernando Sánchez Moreno y el microbiólogo Hernando Bolívar Anillo, del grupo de Bio-Organizaciones de Unisimón, con apoyo de la Escuela Naval de Suboficiales ARC Barranquilla y la Universidad de Cádiz (España).

Acciones para recuperarlo

Hernando Bolívar precisó que la recuperación y conservación de este bosque puede realizarse mediante acciones que conlleven a la estabilización de la línea de costa. La primera propuesta es plantar, en la parte hacia el mar, semillas de mangle rojo.

En cuanto a la estabilización del nivel freático del suelo en el sur del bosque y la rehabilitación de los aportes de agua dulce, es necesario aumentar la cota de fondo del arroyo y construir obras hidráulicas adicionales para llevar agua al sur y centro del ecosistema, desde el canal principal que está en el norte.

La investigación enfatizó en que la siembra de propágulos, plantas o plántulas de manglar sin tener en cuenta estas acciones serán infructuosas. Además, es fundamental que cualquier obra de ingeniería que se lleve a cabo en inmediaciones del bosque, como por ejemplo la reconstrucción del muelle, debe considerar su impacto sobre este ecosistema.

Deterioro del bosque

En Atlántico se estima que hay aproximadamente 613 hectáreas de bosques de manglar, ubicadas en Piojó (166 ha), Puerto Colombia (163 ha), Barranquilla (99 ha), Luruaco (95 ha), Tubará (58 ha) y Juan de Acosta (32 ha). Las mediciones, sin embargo, evidencian que cada vez se reducen más estos ecosistemas vitales para el medioambiente.

Una zonificación realizada en Atlántico por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi en 1998 estimó que entonces existían 1.148 ha de bosque de manglar, lo que representa una tasa promedio de pérdida anual de 2,2 % hasta 2005. Pero, según expertos, el porcentaje pudo haber aumentado en los últimos años por el crecimiento urbanístico de las poblaciones donde están ubicados los manglares.

En contraste, las tasas anuales de pérdidas de manglar a nivel mundial se han estimado en alrededor del 2 % entre 1980 y 1990, de 1 % entre 1990 y 2000 y de aproximadamente el 0,16 % entre 2000 y 2012.

La investigación de los microbiólogos muestra que en 1981 el bosque de manglar de Puerto Colombia estaba protegido por la ciénaga de Balboa y tenía una extensión aproximada de 8,6 hectáreas. En 2015 se redujo a 1,7 ha, y había perdido la protección de una barra arenosa que migró hacia el suroeste de la línea costera del departamento. La tendencia continuó en siguientes años y en 2018 el bosque llegó a las 1,6 ha actuales.