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'Las hojas se han secado, las cosechas ya no son tan prosperas como antes. Yo no sé si se trata del tal ‘dragón amarillo', dice un tanto incrédulo José de Alba, un campesino de Caracolí, en Malambo, para referirse a un insecto de 2 milímetros de longitud, proveniente de Asia, y que en lo único que se asemeja a un dragón es en la fuerza que tiene para destruir y acabar con los cultivos de cítricos.

En el Atlántico esta plaga, que altera el sabor y la forma del limón, se ha detectado en otros sitios como Luruaco, Ponedera, Puerto Colombia, Sabanagrande, Sabanalarga, Santo Tomás, Usiacurí y Palmar de Varela, en donde los cultivos se extienden en 1.300 hectáreas, según certificación del ICA.

'Entre 2017 y 2018, el ICA ha erradicado en 51 predios 95 hectáreas de cultivos y más de 19.900 plantas contagiadas', dijo el gerente seccional Atlántico del ICA, Rafael Fontalvo.

Las cifras alertan a los citricultores por tratarse de una bacteria que no tiene cura, que se propaga rápidamente y que afecta la economía de unas 4 mil familias que viven del cultivo del limón en el Atlántico.

'A pesar de que el limón tipo exportación es el tahití, que no se produce en el departamento, cuando este escasea el limón criollo es el que abastece el mercado nacional', señaló el secretario de Desarrollo del Atlántico, Anatolio Santos.

La primera vez que se habló en el departamento sobre esta plaga fue en 2016, cuando llegó desde La Guajira, donde fue detectada en 2015.

Su nombre obedece a sus raíces asiáticas, huanglongbing, o HLB que traduce enfermedad del ‘dragón amarillo’. Y por su alto impacto en la sostenibilidad de los cultivo se ha diagnosticado como la más devastadora que ataca a otras frutas, como naranja, toronja, lima y mandarina.

Desde entonces, según Santos, la Gobernación le ha trasladado su preocupación al Gobierno nacional y le ha pedido que tome cartas en el asunto, teniendo en cuenta que la entidad adscrita para el control fitosanitario es el ICA.

El HLB es netamente tropical y la Región Caribe, donde los periodos de verano son muy largos, tiene las características climáticas que propician que esta plaga se desarrolle y se propague.

Amenaza en la región. La presencia de la enfermedad en la Región Caribe se convierte en la principal amenaza para toda la cadena de cultivos de cítricos, con grandes implicaciones económicas, sociales y ambientales que han obligado a las entidades a trabajar en conjunto para su control y prevención.

El secretario de Desarrollo aseguró que la Gobernación lo que pretende es que el Ministerio de Agricultura haga presencia en la región, y que en los casos de las familias que han perdido sus cosechas se logre sustituir por una variedad resistente a la enfermedad.

Precisamente en una reunión reciente entre el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa y el ministro de Agricultura, Andrés Valencia, se analizó el problema que está enfrentado el departamento. En la reunión se acordó realizar el próximo mes una inspección por parte del ICA, según lo confirmó el gerente seccional de esta entidad.

En 2018 la Gobernación presentó un proyecto al Ministerio de Agricultura por valor de $2.800 millones, para implementar un plan de choque que permita crear un área protegida o fronteriza para que la enfermedad no continúe expandiéndose.

Además, con la iniciativa la Gobernación dice que busca generar una nueva alternativa a los pequeños productores, que han hecho créditos para sus cultivos de limón, para que tengan nuevas alternativas de financiamiento, que les permitan suplir su cosecha contagiada.

Transfronteriza. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha catalogado esta enfermedad como transfronteriza, por su alta capacidad y velocidad de migración.

Así mismo, las plagas y enfermedades emergentes son aquellas que se encuentran en un proceso de incidencia temprano, por lo que si bien potencialmente es posible incidir en su instalación definitiva en los territorios, a la vez generalmente se desconocen cuáles son las estrategias y metodologías más adecuadas para su prevención y mitigación.

Una de las principales plagas transfronterizas emergentes que ha surgido en los últimos años en América Latina y el Caribe es el HLB. Desde su primer reporte en 2004 en Brasil, a la fecha el HLB se encuentra en 12 países de la región, según el informe de la FAO.