Compartir:

Los residentes a lo largo de la ribera del Canal del Dique no olvidan los estragos que dejó la ola invernal de 2010, en el sur del Atlántico. Su temor está presente cada vez que ven el río crecer y que a su paso va arrastrando todo lo que encuentre e inundando grandes porciones de tierra. 

Precisamente esta semana se registró un episodio, que 'los hizo recordar' la emergencia de 2010. El miércoles, a la altura de Arroyohondo (municipio de Calamar, Bolívar), el río se salió de su cauce y abrió un boquete que permitió el paso del agua hacia una de las fincas.

La emergencia fue atendida por organismos como Gestión del Riesgo, la Gobernación de Bolívar, la Alcaldía de Calamar, entre otros.

'El Dique se reventó y el agua inundó varias fincas, solo se nos vino a la mente aquel episodio que no queremos que vuelva a ocurrir', dijo José Méndez, un campesino que realizaba trabajos en una finca del sector. 

Otros habitantes señalaron que se percataron de lo ocurrido cuando se 'dirigían' a realizar sus faenas en las fincas vecinas. 

'Vimos que el agua ya había abierto un boquete y salimos corriendo a avisar a las autoridades de lo que estaba pasando. Creo que pudimos evitar un desastre', contó un habitante del sector. 

La contingencia registrada encendió las alarmas ante la posible ruptura de otras zonas del Canal del Dique, debido a la erosión que registran a lo largo del cauce del agua, pero con más intensidad en la zona de Calamar. 

Los habitantes, campesinos y ganaderos de la zona dijeron que ayudaron en las labores que permitieron taponar el boquete y evitar una inundación mayor.