Durante el estudio del Presupuesto 2019 en las comisiones económicas conjuntas de Senado y Cámara, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, anunció el miércoles que el Gobierno Nacional está trabajando en un nuevo programa para fortalecer la educación pública y que permitiría sustituir el de ‘Ser pilo paga’.
No obstante, la jefa de la cartera educativa aseguró que se garantizarán los estudios a quienes ya fueron beneficiarios del programa del pasado gobierno.
Uno de los problemas más graves del programa es que, según Angulo, ‘Ser pilo paga’ tiene un déficit de $2 billones y el gran desafío es garantizar esos recursos a los 40 mil estudiantes que fueron seleccionados durante las cuatro ediciones pasadas del plan educativo.
Así también, el beneficio no se les otorgará a los eventuales ‘pilos’ de las Pruebas Saber de agosto pasado.
'Tenemos que conseguir esos $2 billones con el Ministerio de Hacienda, estamos en eso, honraremos los compromisos con estas familias pero para el Plan de Desarrollo y los cuatro años del presidente Iván Duque diseñaremos un nuevo programa’, dijo la funcionaria.
Además, las 32 universidades públicas del país, que se quejan de una deuda histórica de más de $18 billones, enviaron una misiva a la ministra de Educación, advirtiéndole que con los $900 mil millones que se invirtieron en los créditos de hasta el 100% de ‘Ser pilo paga’ y que beneficiaron a 40 mil estudiantes -10 mil por año- de escasos recursos con buenas calificaciones en las Pruebas Saber para que cursen sus pregrados en reconocidas universidades privadas, se hubieran podido costear los estudios de 500 mil jóvenes en las universidades públicas.
El impacto en Barranquilla
Barranquilla será una de las ciudades que más sentirá el impacto del fin del programa Ser Pilo Paga, teniendo en cuenta que desde su implementación en 2014 ha sido una de las más beneficiadas.
De acuerdo con las cifras del Ministerio de Educación Nacional, la capital del Atlántico es la tercera del país con más ‘pilos’ (410 en 2017) detrás de Bogotá (750) y Medellín (460), y la primera en becados por cantidad de aspirantes.
Eso quiere decir que en Bogotá, por cada 135 estudiantes que presentan la prueba, uno es pilo; en Medellín por cada 64 estudiantes hay un pilo y Barranquilla por cada 48 estudiantes sale un pilo.
Las cifras también indican que a nivel nacional esta ciudad se mantiene entre las primeras con más jóvenes beneficiados por este programa de subsidios que busca que los estudiantes de estratos 1 y 2 puedan acceder a la educación superior. En la Costa Caribe, la Universidad del Norte es la que más ‘pilos’ tiene.
Desde que se implementó el programa, en 2014, tanto los estudiantes como los entes territoriales venían haciendo grandes esfuerzo para sacar los mejores puntajes en las pruebas Saber 11, con el fin de conseguir un cupo en este programa.
De hecho, las secretarías de Educación del departamento, de Barranquilla y Soledad firmaron convenios con universidades o profesores especializados, para preparar a los jóvenes que debían enfrentar la prueba. Cada examen fue un reto para los muchachos que 'soñaban' con ser 'los más pilos' y conseguir el ingreso a una de las universidades acreditadas.
La primera convocatoria, en 2014, inició con un puntaje de 310. Para 2017, el puntaje para ser ‘pilo’ fue de 348 puntos (seis más que en 2016).
El año pasado también el Gobierno nacional redujo el número de becas, pasando de 10.000 a 7.500.
Con ‘Ser pilo paga’ la probabilidad de que un joven de bajos recursos económicos acceda a la educación superior, pasó de 36% a 69%.
Del total de los beneficiados del programa, 75% proviene de colegios oficiales y 1.784 del total son víctimas del conflicto armado, según el Ministerio de Educación.
El programa cubría el 100% del valor de la matrícula y un apoyo de sostenimiento semestral. El beneficiario es eximido de pagar el crédito condonable siempre y cuando se gradúe del programa académico que estudió.