Una escena digna del Macondo de Gabriel García Márquez ocurrió la tarde del domingo en el Municipio de Soledad. La esquina de la calle 20 con carrera 18, donde queda la Notaría Primera de esa población, se revolucionó cuando vieron a cuatro mujeres rezando el Rosario y prendiendo velitas de incienso y mirra. Como en Cien años de Soledad, todos creyeron que se trataba de brujería.
El rumor sobre el supuesto rito de santería corrió rápidamente por el municipio. Taxistas, mototaxistas, ciclistas, vecinos y residentes de barrios aledaños, llegaron al lugar para verificar aquello que estuvo a punto de ocasionar un problema de orden público.
'Brujas... ¡salgan, salgan!', gritaban unos cinco hombres, los primeros en llegar a las instalaciones de la Notaría, mientras golpeaban los vidrios transparentes que dejaban ver a una mujer rezando, el humo que salía de las velas y a dos más con escobas en sus manos.