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En el municipio de Albania, familiares de una mujer que murió y que iba a ser sepultada en el cementerio local, abrieron el ataúd y la bolsa en la que se encontraba el cadáver, argumentando que no había fallecido por COVID-19.

Según la secretaria de Salud municipal Adriana Cruz Negrete, la paciente de nacionalidad venezolana, iba a ser inhumada como un caso probable del coronavirus por la sintomatología que había presentado.

El hecho se presentó la tarde del domingo 7 de junio, el cual quedó registrado en un video, en el que se ve cómo los allegados de la mujer lloran mientras la sacan del ataúd y rompen las bolsas, mientras un grupo de curiosos observa.

'Se adoptaron todas las acciones y protocolos que exige el ministerio de Salud para manejo de cuerpos en casos sospechosos de la enfermedad', indicó la secretaria en un comunicado.

La mujer residía en un barrio de invasión y fue trasladada a Maicao después que su situación de salud agravara, pero murió el fin de semana, según sus allegados por una úlcera y no por COVID-19, porque la prueba que le hicieron aún no ha sido entregada.

'Hacemos el llamado respetuoso a la comunidad a no interrumpir la adherencia a los protocolos implementados como autoridad sanitaria por muerte en casos probables o confirmados por COVID-19, instando así a que se extremen las medidas de bioseguridad para reducir la propagación del virus', anota la secretaria.

También expresó preocupación por cuanto la señora recorría casi todo el pueblo vendiendo galletas, por lo que tuvo contacto con muchas personas.

'La secretaría de Salud a través de la vigilancia en salud pública estará tomando acciones para el levantamiento del cerco epidemiológico y las personas que hayan tenido contacto directo entrarán en aislamiento hasta la espera del resultado', añadió la funcionaria.

También dijo que se brindará acompañamiento y asistencia psicosocial a los familiares de la mujer quien finalmente fue sepultada.