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El atentado en la Escuela de Policía General Santander de Bogotá, hecho que hasta el momento deja 21 personas muertas y al menos 68 heridas, ha revivido el horror del cruel ataque del Ejército de Liberación Nacional, Eln, contra la estación de policía del barrio San José de Barranquilla.

El hecho ocurrido la mañana de ayer en la capital del país sucede diez días antes de la conmemoración del primer año del ataque contra la estación policial.

Cabe recordar que el caso ocurrido a principios de 2018 en la localidad Suroriente de Barranquilla dejó seis uniformados muertos y alrededor de 47 personas heridas, de acuerdo con la investigación de la Fiscalía General de la Nación.

El ente investigador vinculó al caso del año anterior cuatro personas, de las cuales tres permanecen en prisión a la espera de juicio y un cuarto continúa prófugo.

Coincidencias

Pese a que es prematuro atribuir el ataque a un grupo terrorista en específico, EL HERALDO publicó el año anterior que los días para atentar contra la fuerza pública en Barranquilla y Soledad no habrían sido tomados al azar por el Ejército de Liberación Nacional.

Una de las hipótesis que se sumó a la vasta investigación adelantada por la Policía y la Fiscalía fue que los ataques con explosivos contra la Estación de San José y el CAI de Soledad 2000 tendrían relación con la conmemoración del aniversario de muerte de Manuel Antonio Hernández Correa, alias comandante Andrés, de la célula Domingo Barrios, perteneciente al Frente de Guerra Norte del Eln.

El 28 de enero de 2003 este medio publicó la noticia: ‘Asesinado recluso en la Distrital’, la cual informó sobre el homicidio del líder de izquierda.

Hernández, en ese momento con 50 años, fue asesinado de tres balazos cuando se aproximaba a la panadería que administraba dentro del centro de reclusión. En aquella época, el detenido pagaba una condena de 30 meses de cárcel por tentativa de extorsión y era procesado por concierto para delinquir agravado y falsedad en documento público. Había ingresado a la Distrital el 21 de septiembre de 2001.

Años atrás, la víctima, licenciado en Ciencias Sociales, también había estado preso por el delito de rebelión.

Sobre el hecho, las autoridades informaron que el autor habría sido otro interno y el arma de fuego fue encontrada horas después del homicidio en uno de los patios de la Penitenciaría de El Bosque.