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'Sano y salvo', fue el mensaje de texto que envió Miguel Mejía Bedoya a su esposa. Él es una de las 23 personas de nacionalidad colombiana, que según la Cancillería, se encontraban en Nepal, durante el terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter que azotó al país asiático el sábado.

Mejía es un profesor de Arte Dramático que se encuentra residenciado en la ciudad de Katmandú, desde marzo, haciendo pasantías de intercambio y estudiando budismo. Esta ciudad fue una de las más afectadas por el movimiento sísmico.

Gabriela Vélez, la esposa de Mejía, señaló que el profesor se encontraba en las afueras de la ciudad, en un seminario de meditación y alejado de todo tipo de comunicación, por lo que no pudo contactarse al instante con él.

Mejía le comentó a su esposa que estando allá 'no sintió con fuerza el movimiento telúrico', debido a que el sitio de la meditación estaba bastante aislado de la capital, y que se encuentra 'muy bien'.

Solo en la madrugada del domingo los familiares pudieron tener noticias del profesor antioqueño, que pensaron estaba desaparecido.

Mejía fue quien se comunicó con sus familiares a través del mensaje de texto. 

'Nos dijo que no se había podido comunicar antes porque los servicios de telecomunicaciones estaban funcionando de manera inestable en la zona', comentó la esposa.

Estudios

El catedrático está cursando una maestría en Cooperación Internacional para el Desarrollo, a través de la Universidad San Buenaventura, y como parte del tercer módulo, escogió a Nepal como país para una pasantía.

Mejía, quien se ha desempeñado como profesor ocasional en las universidades del Atlántico y Autónoma, lleva ocho años residenciado junto a su familia en Barranquilla, aunque todos son de Medellín.

El profesor relató para RCN Radio su experiencia durante el terremoto en el país asiático. 'Yo estaba en un curso de meditación, en la cual no hay contacto con el exterior, estaba completamente aislado. Estábamos terminado ya la sesión cuando en ese momento se sintió el temblor', comentó.

Meditación

Mejía, atribuyó a las clases de meditación el aplome que mantuvo el grupo durante el movimiento telúrico. 'No sé si en parte a los 10 días de meditación, de recogimiento y de comunión espiritual nos fortaleció, por decirlo así. No hubo pánico entre nosotros, todo estuvo muy bien', agregó el profesor.

Informó, además, que con él, en el curso, se encontraban tres colombianas más, quienes también 'están fuera de peligro'. Mejía aseguró que espera estar en ese país hasta terminar su 'misión'.